50 años no son nada
Para la ocasión, la oficina-X ha reunido a los guionistas (no así a los dibujantes, por no poder estar Kirby, Cokrum, Byrne, Silvestri o Romita) más importantes de La Patrulla-X para conmemorar tan destacada fecha. Así que ya que estamos, vamos a hacer un pequeño ranking:
5º- Banshee y Fuego Solar, por Roy Thomas: Una historia rara, rara, sobre Elvis Presley
Que no sé de donde se saca Roy Thomas, y además, para mí que choca en continuidad con la relación entre Shiro y Sean. En fin, anecdótica y muy olvidable.
4º- Magneto y Xavier, por Fabian Niceza: Extraño what if...? o reinterpretación del X-Men 25#, que me gusta mucho en sus guiños (cada viñeta recuerda un gran momento de esos cómics, y Niceza los enlaza con mucho acierto), pero que me ha extrañado ver en un número especial. Una decisión bastante rara, y tan corta, que no da tiempo a saborear.
3º- La Patrulla-X, por Chris Claremont: Un Claremont en automático, que ofrece una batalla con Centinelas narrada por Kitty. Funcional en todo caso, aunque varias cosas son de traca. La forma de resolver el conflicto con esa cadena humana de poderes, es rebuscada no, lo siguiente. ¿Y desde cuando llama alguien Nathan a Corsario?
No recuerdo una sola viñeta de Uncanny en que no le digan Christopher.
2º- The X-Men, por Stan Lee: Una historia simple, machista y boba, que no obstante, es puro X-Men
Me ha recordado enormemente a la etapa de Lee, y al menos no ha perdido frescura alguna ni es una mala copia de sí mismo en estas páginas. La dinámica entre Warren, Bobby, Hank y Scott es justamente como era, y es una gozada leer las interacciones entre ellos. La única que quizá esté un pelín exagerada es Jean, que nunca ha sido La Avispa, pero es un detalle menor. Divertida historia y bonito recuerdo.
1º- Lobezno, por Len Wein: Sin ninguna duda, para mí, la mejor historia del cómic. Simple, bien dibujada, directa, al grano, y con un Lobezno que no puede ser más Lobezno. Acierta de pleno Wein al describir a Logan en ese punto de su vida, ya que el personaje se nos muestra tan soberbio, arrogante y desagradable como lo era entonces
Me encanta que un guionista sepa retrotraerse a sí mismo a un punto concreto de los personajes, y los haga hablar y pensar justo cómo deberían. Así que premio para Len.
Y nada más, hasta dentro de otros 50 años.
A seguir con buena salud.