Este Punisher de Aaron es otro Punisher. No sigue ninguna línea argemental o caracterización anterior (bueno, a grandes rasgos, ya que no deja de ser un Punisher bestia y sangriento. Y se salta a la torera la continuidad, algo propio de la línea editorial en la que se crea.
Es como un reseteo, pero sin hacerlo. Yo me lo paso pipa.