Esta mañana he leido esto en zonanegativa.
http://www.zonanegativa.com/?p=25397"Ya está aquí, ya llegó, es La edad heroica que ya aterrizó y con los Vengadores como tronco central y franquicia estrella de Marvel. Cinco años después de que Vengadores desunidos volviera al grupo y a sus componentes del revés, esta colección retoma –más o menos- el estatus clásico de los héroes más poderosos de la Tierra marvelita, con el responsable de sus últimas desventuras, Brian Michael Bendis, como escritor al frente.
La edad heroica es, como se han encargado de promocionar hasta la náusea, una vuelta a un estatus más “luminoso” en el mundo de los empijamados marvelianos. Ahora está al frente de la seguridad el Capitán Steve Rogers, que fue -¿y volverá a ser?- el Capitán América y son su escala de valores y su visión del mundo las que se reflejan en el nuevo orden. Su primer paso ha sido recuperar al equipo vengativo arquetípico y limpiar un poco de polvo y paja el bagaje acumulado por varios años de macroeventos y cambios en las reglas del juego. Volvemos a tener un grupo donde están el Capitán América (James Buchannan “Bucky” Barnes), Thor, el Hombre de Hierro y Ojo de Halcón y, para que quede patente que éstos son los Vengadores de siempre, en el primer número aparecen dos viejos y emblemáticos adversarios: Inmortus y Kang el Conquistador. Vuelven los viejos buenos tiempos ¿o quizá no?
Lo primero que hay que destacar es el hecho de que esto no es una vuelta a los orígenes, por cuanto se asumen algunos elementos provenientes de Los Nuevos Vengadores, como la presencia de Lobezno, Spider-Man y Spider-Woman. Lo segundo, que Bendis vuelve a deleitarnos (y viva el eufemismo) con su particular narrativa y sus inimitables diálogos. Lo tercero, que se trae consigo a uno de los dibujantes más importantes de la Marvel de los últimos treinta años: John Romita JR. Su presencia, y el hecho de que haya dibujado en sus propias colecciones a casi todos los personajes que integran el grupo debería ser garantía de que, pese a que los guiones vayan por los caminos habituales de los cinco últimos años, los dibujos pueden compensar los defectos de aquéllos sobradamente ¿o quizá no?
El segundo dato a tener en cuenta es que esta colección pretende recuperar el espíritu que los críticos consideraban perdido y desechado en los cambios operados a partir de Vengadores desunidos. La principal “bronca” que sufría Bendis venía dada por el hecho de que, por mucho que insistiera, no estaba escribiendo a los Vengadores, sino a un conjunto de personajes que decían serlo pero que no actuaban como tales. No hay que olvidar el hecho de que es la segunda vez que don Brian intenta escribir una colección vengativa en un tono más tradicional y que el experimento –concretado en los primeros arcos argumentales de Los Poderosos Vengadores- se saldó con lo que en mi opinión fue un fracaso. Más allá de los bonitos dibujos de Frank Cho, si algo queda patente es que el caballero no sabe escribir a grupos y que, quitando a sus personajes favoritos –Luke Cage, Jessica Jones, Spider-Woman y poco más- no parece capaz de pillarles el punto al resto ni comprender cómo funcionan sus caracteres. Si hablamos de los villanos, la cosa se torna más deprimente: quitando al Encapuchado, el resto son unos hampones genéricos intercambiables e indistinguibles. La etapa de Bendis al frente de los Vengadores, aún llevando camino de ser una de las más largas en el plano literario (lo que le sitúa en un apartado en el que solamente Roy Thomas y Steve Englehart pueden ser mencionados), no deja de ser, vista con la perspectiva del tiempo, un trabajo donde hay momentos especiales (la visión que tiene de los Vengadores clandestinos cuando el espíritu de cada uno sale a la luz o la elección del nombre de la hija de Luke y Jessica hacen que el aficionado medio esboce una sonrisa cómplice) pero un conjunto anodino y olvidable. En justicia, hay que reconocer que Bendis volvió a poner a los Vengadores en el epicentro de la actualidad marveliana, pero parafraseando aquella expresión publicitaria según la cual “éstos no son los Vengadores que conociste” habría que decir que, gracias a él, éstos definitivamente no eran los Vengadores.
Pese a todo lo anterior, hay que admitir que los eventos anteriores planteaban ideas muy interesantes que, quizá, habrían justificado la conservación de unos estados de cosas que, sin embargo, tenían fecha de caducidad. Si Nick Furia se vio obligado a dejar su puesto después de Secret War, el Hombre de Hierro acabó arrollado por los acontecimientos de Invasión Secreta, en tanto que Norman Osborn acabó perdiendo los papeles a consecuencia de Asedio. En Marvel decían tenerlo todo atado y bien atado, pero es mejor no creérselo mucho. Ahora es el turno de un Steve Rogers que llega pisando fuerte y que ha logrado la derogación de la Ley de Registro y junto a él hay un nuevo equipo de Vengadores que ha recuperado el control de la sede que, hasta ese momento, había sido ocupada por los fraudes de Osborn.
Desde cierto punto de vista, las comparativas con Heroes Return resultan casi inevitables. En ambos casos, personajes emblemáticos de la casa de las ideas retornaban a una posición fácilmente reconocible, después de varios años de experimentos cuyo resultado no había sido del todo el esperado. Sin embargo, si en aquel entonces se contaba con un guionista como Kurt Busiek, que conocía sobradamente el material con el que iba a trabajar, ahora se mantiene un escritor que se caracteriza precisamente por todo lo contrario. Su uso de personajes como Kang o Inmortus requeriría cierto conocimiento básico de los personajes y su trayectoria, punto sobre el cual hay serias dudas. Citando otro ejemplo visible en el primer número de esta colección, está su tratamiento del Hombre Maravilla. Si en Los Poderosos Vengadores había sido un mero comparsa que, todo lo más, tuvo una relación con Carol Danvers (o algo así, porque su desarrollo tampoco fue para tirar cohetes) ahora plantea una posición crítica que parece anticipar un hipotético cambio de bando. Habrá que ver por dónde van los tiros (aunque la imagen de la portada del número dos aporta es bastante reveladora) pero aquí tenemos otra de las características del trabajo de Bendis, gracias a las cuales se ha granjeado la hostilidad de una gran parte de la afición clásica: su incapacidad para escoger los personajes adecuados para la trama y su fea costumbre de adaptarlos con calzador a lo que él espera. Quizá hubiera sido mejor dar esta colección a otro autor como Dan Slott o Christos Gage.
En el apartado gráfico, John Romita JR está por debajo de sus mejores trabajos, y de hecho, su presencia en la colección (de la que hará mutis después del segundo arco argumental) no le ha aportado precisamente elogios.
En resumidas cuentas, tenemos por aquí el segundo –o tercer- intento de Bendis de hacerse con los Vengadores en su versión clásica. Quienes confiaran en que lo consiguiera es mejor que se tomen las cosas con calma, que don Brian es el de siempre, pero nunca se sabe qué nos traerá el día de mañana."
Vamos menos de guapo,....le llama de todo.
Coincido totalmente con esto, que vuelva escribir Alias, Daredevil o que se centre bien en el Caballero luna.
Que deje los Vengadores ya.