Bueno, tiene unos cuantos añitos. Fue el primer libro de la saga de Elric en ser publicado, aunque el último en la cronología interna.
Creo que debería ser imprescindible para todos los amantes de la fantasía, y muy especialmente para los de la fantasía heroica. Y debería serlo porque se aleja bastante de los cánones establecidos en este género.
Esto es muy evidente en el protagonista. Elric de Melniboné es la antítesis del héroe musculoso y decidido. Es un personaje débil y enfermizo que obtiene toda su fuerza de su espada, Tormentosa (o la Portadora de Tormentas).
La obra también plantea constantes debates filosóficos y morales, que da gusto leer, la verdad. Elric tiene un concepto de justicia bastante definido y un honor semejante a los que suelen tener los héroes, pero sin embargo no duda en absorber las almas de los enemigos con su espada, condenándolos así a una eternidad de sufrimiento; y disfruta haciéndolo. También se plantea una interesante dualidad entre el Orden y el Caos, donde Elric quiere que triunfe el Orden aunque le pone ver cómo triunfa el Caos.
Y la trama es como una montaña rusa, imposible no engancharse. Lo que parecía que iba a ser el final de la novela llega al cabo de unas 30 o 40 páginas, y así constantemente. Y el final, absolutamente inesperado. Joder.