Así nacieron, al fin... ''¡Los Vengadores Tartessianos!''
¡Qué chulo!
Contadnos...¿cómo ha sido la experiencia?
A grandes rasgos podría decirse que fue rápida y absurda (como la muerte deseada por Lenny). Y es que la cosa aconteció como sigue: cada uno por sus propios medios (porque el Quinjet aún sigue en el taller de Emiliano el ciego a la espera de recibir de Alemania una pieza del cigüeñal), y tras lidiar con el agua que caía del cielo y un ejército de paraguas que chocaban entre sí tan tontamente como lo haría un ballet zombi representando "El lago de los cisnes", los tres miembros fundadores lograban llegar (alguno más mojado que otro) a la oscura gruta que habría de convertirse a la postre en el centro de operaciones. Extraña y absurdamente, se daba el caso de que dicha gruta conducía a las puertas de una nave, Nostromo, que luego resultaría no ser nave, sino tienda de cómics. Aprovechando tal insensatez, los Vengadores Tartessianos acordaron entonces buscar entre tanto papel alguna recopilación interesante de sus aventuras, hasta que Essex recordó, muy oportunamente, que aún no habíamos dado un palo al agua como grupo. Se acordó entonces contactar en los próximos días con el señor Bendis para que nos inventara un pasado. No obstante, y ya que estábamos allí, optamos por seleccionar algún que otro cómic, más que nada para contentar al personal de la nave-tienda, quienes habían comenzado a comportarse de modo extraño. ¿Eran esclavos de Mésmero, Skrulls infiltrados con la intención de patrocinar la Feria del Caballo? Como no había tiempo para averiguaciones porque las respectivas mujeres de Essex y Oskarosa reclamaban la presencia de éstos al estilo Banshee, Oskarosa decidió resolver la primera papeleta del grupo con un escueto y contundente: "Dejad de hacer el idiota, que ya sois mayorcitos, cojones". Y en mitad de este glorioso final feliz, con la satisfacción del deber cumplido, los tres miembros fundadores de los Vengadores Tartessianos volvían a atravesar la gruta-interdimensional que les devolvía al baile de paraguas... eso sí, sabedores de que el mundo, quizás muy pronto, volverá a reclamarles como los Héroes Más Prescindibles de la Tierra: ¡¡¡Vengadores Tartessianos, uníos!!!