Es una pena que no domine el idioma de Molière, porque en París había una tienda IM-PRE-SIO-NAN-TE con un gran surtido de cómics de Panini (tanto de Marvel como, aunque en menor medida, de DC; puede que también en Francia tenga más éxito la empresa de Quesada que la de Didio), y había venido con sobrepeso en las maletas.
Los precios eran algo más baratos que en España y tambíen tenían ediciones estadounidenses (por ejemplo ví un tomo de DoomWar).
También ví grapas yankies de segunda mano para coleccionistas, a unos precios bastante más elevados.