Las políticas concretas del número de ejemplares que se llevan al punto final y cómo pretenden que los kiosqueros / libreros "enganchen" a los clientes son, en su conjunto, una gran estupidez.
Que es achacable únicamente a la distribuidora, matizo. Aquí la editorial ni pincha ni corta.
Por el momento, las ventas del coleccionable van muy bien. Lo que está previsto, como en cualquier coleccionable, es que las ventas vayan reduciéndose poco a poco según van pasando los números.
Pero siempre, siempre, si un kiosquero quiere recibir un número atrasado de este coleccionable, lo puede pedir a la distribuidora. Otra cosa es que quiera hacerlo, pero en stock tienen. Y en Canarias, también, que me lo han confirmado personalmente.