Sobre Secret Wars, me gustaría hacer un poco de abogado defensor de Shooter. La historia es simplista, pero es que el guionista (que además era el Editor en Jefe de Marvel, es decir, el puesto que ahora tiene Quesada) sabía que su público objetivo principal debían ser niños y adolescentes, para vender los muñequitos del millonario acuerdo firmado con Mattel.
Por otro lado, leí hace años en una entrevista (no recuerdo a quién, podría ser a Claremont) que para una persona ultraconservadora como Shooter la relación sentimental del ruso Coloso con la quinceañera Kitty debía de ser incómoda, así que posiblemente aprovechó Secret Wars para cargársela (la relación, no a Kitty).