Tarde… muy tarde expongo mi comentario sobre el número mensual de esta serie y el especial “Jóvenes Vengadores & Runaways… otros asuntos me han tenido apartado del foro, pero eso… es otra historia.
Bueno… al turrón, este último número ha sido de lo mejorcito del mes en lectura comiquera, manteniendo, e incluso superando por momentos, el nivel del trabajo realizado por el genial Vauhan, a lo largo de esta serie, que nos atrapa con esta pequeña tragicomedia y nos envía un mensaje tan claro como explicito… “nadie esta a salvo”, ¿quién se imaginaba el trágico suceso que acontece al final del segundo número?, se sabia, “entre comillas” que uno caería, pero resultó ser quien menos esperaba. Y todo esto a seis números para que Vaughan se despida de la serie y delegue responsabilidades sobre Joss Whedon, he de pensar que se querrá despedir con una gran traca, y visto lo visto, tiene que ser la bomba. También he de suponer que Panini hará parón en ese punto, para crear un colchón suficientemente amplio con la numeración USA y ofrecernos la serie de manera mensual sin temor a posibles retrasos, una lastima, pero es inevitable.
Ya me ido por los cerros… siguiendo con el número en cuestión, podemos apreciar que un miembro se va, pero uno nuevo se viene, manteniendo siempre el mismo número de miembros en el grupo, ahí es donde más se nota la planificación milimétrica que tiene el autor sobre su obra, seguro que su grito de guerra es: “Yo no quiero ser como Claremont”.
Y como no, no podía faltar, la recomendación casi obligada para el resto de foreros que todavía no se han decidido a dar el pequeño paso, esta es una gran serie, distinta a lo que normalmente vemos, en cuanto a concepto, del resto de series Marvel y que no dejará indiferente a nadie… palabrita del niño ASVito.
Por otro lado, tenemos el tomo Jóvenes Vengadores & Runaways… a simple vista se podría decir que es una historia que… ni fu, ni fa, con poca relevancia con respecto a la Civil War, por no decir ninguna, y por el encuentro casi obligado dadas las circunstancias de los dos grupos juveniles de Marvel, unos queriendo imitar a sus mayores y otros renegando de los mismos y de todo asunto ajeno a ellos. No tenia mucha fe depositada en Zeb Wells, después de su New Warriors “Todo por la audiencia”, una vez leído, la historia es entretenidilla, sin más, pero… ¡oh, sorpresa!, levantando una capa, como si de una cebolla se tratase, nos encontramos con que el bueno de Wells recupera un personaje que pensé que quedaría para siempre en el olvido, ya que el soldado Kree, “Noh-Varr”, tiene un pasado en el universo Marvel, sin duda y personalmente, la aparición de este personaje ha conseguido que valore positivamente este pequeño tomo.
Noh-Varr es un personaje creado por Grant Morrison en su primera incursión como guionista Marvel. Bajo el sello Marvel Knights, “Marvel Boy” fue su bautismo de fuego, por así decirlo, antes de que Quesada le endosase a los X-Men y de hacer un interludio con “Los 4 Fantásticos: 1234”. En dicha limited, Morrison nos introduce a este Kree de otra dimensión en una historia que reúne los conceptos básicos de la casa de las ideas, pero con un toque inconfundible de su estilo personal y característico, creando una pequeña joya, acentuando también que su acompañante grafico J. G. Jones, realiza un trabajo de quitarse el sombrero.
No quiero comentar mucho más de este tomo, por si alguno quiere echarle el guante…
Lo que si quiero comentar es que Wells continua exactamente donde lo dejó Morrison, recuperando a personaje y localización, “El Cubo”, del cual, lo que hayáis leído el Jóvenes Vengadores… no tendré que explicar que objeto tiene. Lo que más gracia me ha hecho, es que la frase lapidaria con la que termina este tomo, coincide exactamente con la que finaliza también Marvel Boy y que siempre me había dejado con la expectación de que… ¿Cuándo se continuaría con esa historia?, y al parecer la historia se repite… ¿alguien por fin decidirá continuarla?, ¿habrá sido en vano la nueva incursión de este personaje?, después de siete años, francamente… espero que no.
Bueno y en vista del ladrillo que he dejado, pido disculpas a Paco “el pocero” por intrusismo laboral.
Saludos a todos vosotros… que ya os echaba de menos.
