He leído Tarzán de Joe Kubert Vol. 1: El origen del Hombre Mono.
La editorial Yermo recupera la etapa de esta leyenda del cómic, publicada originalmente por DC durante la década de los setenta. Es curioso como la publicación de este clásico de DC, de los pocos que se han editado en los últimos años ha tenido muy poco eco en este foro, por no decir ninguno. Entiendo que el precio tampoco acompaña, pero si es una de esas curiosidades que nadie espera ver recuperada y que una editorial pequeña como Yermo ha tenido a bien rescatar, aunque también hay que decir que entro de su escasa de precios desorbitada, son 26€ por algo más de doscientas páginas, en tapa dura y a todo color, en una cuidada edición de lujo similares a los de otras editoriales. Incluso me parece hasta más barato que algunos MG de Panini.
Este recopilatorio incluye los ocho primeros números de la colección, escritor, dibujados y entintador por el propio Kubert, que afirma ser un apasionado de Tarzán y de la obra de Burroughs, algo que se nota mucho a la hora de abordar este encargo, el cual comparte tanto la esencia de la obra original, se nota mucho que se documentó con las novelas del escritor, así como la influencia de la etapa de Hal Foster en las tiras de prensa. A pesar de tener una numeración alta, números 207 al 214, en la propia portada del primer número incluido en el tomo se puede apreciar un número uno, de forma que supone un perfecto punto de entrada para cualquier lector. Por algún motivo que desconozco, en DC comenzaron por ahí. También cabe resaltar que a pesar de ser una etapa originaria de DC, Dark Horse es la poseedora de los derechos del personaje, o por lo menos de esta serie, la cual se encargó de los recopilatorios en los que se basa la edición española.
Aunque argumentalmente está muy bien, no se puede obviar el maravilloso trabajo gráfico que realiza Joe Kubert. Me ha llamado la atención que en ciertas viñetas tiene un aire a Foster y en otras a John Buscema. El propio autor afirma ser un gran entusiasta de Foster, que ya sabemos cuanto ha influido en muchos dibujantes de cómics posteriores, pero nunca me había fijado en que Buscema, que también tuvo mucha influencia de Foster, hubiese adoptado tanto de Kubert. De hecho, si nos fijamos bien en los rostros, veremos ese aire a Buscema que comentaba. Por otro lado, habría que subrayar que el punto fuerte de una obra de caracter naturalista como esta es ver como este gigante de la historieta domina la anatomía del cuerpo humano, así como la de los animales que van apareciendo. En el prólogo explica muy bien porque creó en su momento que era uno de los aspectos a potenciar en este cómic, algo que consigue con creces. Además, está la narrativa, espectacular en ocasiones, así como la imitación de Foster, eliminando en muchas escenas los diálogos por cuadros de texto u otras herramientas que simulen el diálogo, pero evitando los bocadillos. No es siempre así, pero hay una evolución interesante al respecto durante los números incluidos en este tomo.
La serie comienza con una historia en cuatro partes que narra el origen de Tarzán, adaptando con bastante acierto parte de la obra de Burroughs. Quizá todos tengamos en mente las adaptaciones fílmicas del personaje, pero cabe destacar como en la soledad de la selva aprende las bases del inglés escrito, a pesar de que el idioma que acaba hablando posteriormente es el francés, gracias a un oficial que llega a la selva y le salva la vida. También está el modo en el que conoce sus verdaderos orígenes, pero reniega de ellos al considerar que el salvajismo de la selva tiene unos códigos más honorables que la crueldad humana, desechando una fortuna para continuar viviendo la vida que él conoce. Incluso veremos como su primer amor es en realidad una mona a la que no termina de entender, al igual que se siente rechazado por Jane Porter, debido a las costumbres civilizadas que tampoco termina de comprender. Esto provoca que Tarzán se sienta solo y desplazado en el mundo, a pesar de que tiene el respeto de los suyos y el temor de las tribus vecinas. Una dicotomía interesante que sirve para comprender con mayor profundidad la complejidad de la creación de Burroughs, más allá de la acción y la aventuras propias de la literatura pulp en la que nació. De ese modo, se puede comprender como el personaje se convirtió en todo un icono, partiendo de un concepto con tanta fuerza y profundidad. En definitiva, que Tarzán es mucho más que un tipo en taparrabos que habla con los monos y creo que historias como esta con las que empujan al lector a buscar la obra original y conocer mejor al personaje y su obra.
Después tenemos cuatro historias autoconclusivas. La primera de ellas nos lleva a un aislado valle donde un malvado enano busca una solución para su disminuido tamaño. Un relato que combina las aventuras con la fantasía muy entretenido y con un aire pulp muy apropiado, aunque se distancia ampliamente de todo lo anterior. Aunque es una aventura aislada que encaja muy bien con los personajes y el escenario, así como el tono que imprime Kubert, a mí me transmite la sensación de estar muy alejada de la esencia del personaje y sus aventuras originales. Aunque, como digo, no está nada mal y me parece interesante ver a Tarzán en este tipo de argumentos propios de las aventuras clásicas.
Continuamos con la adaptación de un relato de Burroughs, con la historia en la que Tarzán forja sus lazos de amistad con el elefante Tantor. Si hay algo que destila esta obra es amor por la naturaleza, así como la utópica idea de que el hombre, en ciertas condiciones, podría convivir con los animales en cierta armonía, a pesar de que que la selva africana se rige por unos códigos de supervivencia sangrientos, que también se ven muy bien reflejados a lo largo de estos números. Es decir, el respeto a la naturaleza y sus reglas permite la caza para el alimento, así como el enfrentamiento por la defensa de los de tu especie, pero dentro de un orden y no por puro placer. Esto se aprecia perfectamente en la siguiente historia, en la que Tarzán debe hacerse valer en su condición de Rey de los Monos, pero también debe defender a un pequeño mono del ataque de dos panteras.
Finalmente, tenemos una historia que narra las peripecias de Tarzán tras ingerir una comida en mal estado, descubriendo que se siente al tener alucinaciones, aunque cuando es atacado por un gigantesco mono blanco le cuesta distinguir lo que es real de lo qué no. Lo que más me gusta de eta historia es ver como el personaje aprende cosas que para el común de los mortales son más o menos cotidianas, pero que para él son totalmente novedosas. Si bien es cierto que su vida salvaje le ha provisto de muchas herramientas para sobrevivir, el mundo humano le es tan desconocido como a un niño, a pesar de que su inteligencia y curiosidad le hará aprender más de lo que uno esperaría en esas circunstancias tan precarias.
En definitiva, un tomo muy interesante, que a mí me ha gustado mucho, y que ofrece un clásico que parece no haber envejecido nada mal. Además, ofrece una oportunidad para acercarse al personaje de la mano de una de las leyendas de cómic: Joe Kubert; no se puede pedir más.