He leído Grandes autores de Superman: José Luis García López: Superman y los mejores superhéroes del mundo.
Sinceramente, no sé si es que anoche tenía mucho sueño y me costaba concentrarme en la lectura, o simplemente que la calidad argumental de este tomo es más bien justita. Quizá sea una combinación de ambas cosas, pero la cuestión es que la realidad es que se me ha hecho un poco cuesta arriba la lectura de este tomo, principalmente la primera parte. En contraposición, el arte de José Luis García López me ha gusta mucho y es el verdadero punto fuerte de este recopilatorio, para qué engañarnos.
Los contenidos del tomo son totalmente autoconclusivos y pertenecen en su gran mayoría a la colección DC Comics Presents, una suerte de teamp-up en el que Superman forma equipo con un superhéroe de DC diferente para cada aventura narrada en un número de la serie, exceptuando la primera historia que transcurre en dos entregas de la cabecera original. En los guiones predomina la ciencia ficción, una cuestión que llama la atención, pero que también ofrece una versión anquilosada del género en muchos de sus conceptos. Se podría decir que muchas de las ideas que los guionistas desarrollan en estas historias no solo han envejecido, sino que no lo han hecho demasiado bien. El caso más flagrante quizá lo encontremos en los dos primeros números, en los que Superman forma una alianza con Flash para hacer frente a una invasión alienígena, acabando inmersos en una aventura con viajes en el tiempo, paradojas temporales y una serie de invitados de excepción como la Legión de Superhéroes o el Flash reverso, en una trama que se vuelve tan densa como farragosa por momentos. Martin Pasko quizá resulte atractivo en aquella época, mediados de los setenta, puede que incluso innovador, pero a los ojos actuales cuesta un poco digerir tantos aspectos que se amoldan al plan del escritor, rompiendo un poco las reglas no escritas sobre los viajes en el tiempo, pero de una forma demasiado conveniente. No puedo decir que me parezca una mala historia en sí misma, incluso que tiene un planteamiento bastante elaborado e interesante, pero hay varios giros de la trama que me resultan incomprensibles hasta haciendo uso de la suspensión de la realidad. Posiblemente sea una ciencia ficción demasiado añeja, pero me inclino pensar que más bien es que no me acaba de convencer como se desarrollan los conceptos del argumento.
A continuación, tenemos una serie de números autoconclusivos en los que Superman forma equipo con Adam Strange, los Metal Men, Firestorm, Green Arrow, Deadman y Robin, así como algunas entregas de la cabecera titulada Superman, dibujadas por el autor. El prólogo del tomo creo que expresa muy bien la filosofía de estos cómics, los cuales tienen un marcado nexo de unión: la ciencia ficción, sobre todo en la primera mitad de este volumen, centrado en la faceta más cósmica del Universo DC. La historia en la que la Tierra intercambia su lugar en la Galaxia con el planeta adoptivo de Adam Strange es un buen ejemplo de ello. Además, la ciencia más moderna siempre es un tema recurrente, debida a la estrecha relación de Superman con los laboratorios STAR, convirtiéndose en un entorno habitual donde suceden situaciones que requieren los servicios de Superman, que se acaba viendo involucrado en la pelea de Chemo con los Metal Men, o el enfrentamiento contra Killer Frost, junto a Firestorm.
Y en la segunda mitad, del tomo, los argumentos se vuelven más urbanitas, gracias a la presencia de héroes habituales de Gotham que comparten cartel con el Hombre de Acero, aunque ni siquiera lo sepa como el caso de Deadman, que atraviesa una crisis de existencia importante. Autores de la talla de David Micheline, Gerry Conway, Dennis O'Neil y Len Wein firman guiones en las historias incluidas en este recopilatorio que, curiosamente, están muy lejos de las obras de calidad que realizaron en otras series, incluso en otras editoriales. A veces cuesta creer que sean los mismos autores. No obstante, y a pesar de que en ciertos momentos la lectura se vuelve algo densa, son historias más o menos entretenidas, principalmente cuando se deja a un lado la ciencia ficción pretenciosa y con planteamientos demasiado farragosos. Cuando tenemos historias más propias del género superheroico se nota que los guionistas se encuentran más cómodos y el resultado es mucho mejor.
La verdad es que ahora mismo tengo un poco olvidado qué me pareció el primero de los tomos dedicados a este autor, aunque el segundo sí que me gustó bastante. Quizá este sea el más flojo de todos, argumentalmente hablando, dejándome un regusto amargo, a pesar de ser un material al que le tenía ciertas ganas. No obstante, gráficamente es bastante bueno, en ciertos momentos espectacular de hecho, pero a veces ni un buen dibujante es capaz de amenizar una lectura que da la sensación que emplea conceptos e ideas que ni los propios autores conocen bien y no se plasman con la claridad que debiera. Y es que la ciencia ficción, aunque no lo parezca no es un género que puedan escribir todos los guionistas.