Buenas
,
Clásicos DC: Creeper de Steve Ditko.
Este tomo de Planeta ha sido mi primer contacto con el delirante personaje creado por Steve Ditko tras su marcha de Spider-Man. Lo cierto es que, aunque no me gustan nada los formatos reducidos y en blanco y negro, he disfrutado bastante de la lectura de este cómic.
Creeper es un superhéroe bastante atípico. Se trata de un ex reportero reciclado en agente de seguridad de una cadena de televisión que, gracias a un improbable giro de acontecimientos, obtiene la capacidad de transformarse a voluntad en el colorido y poderoso Creeper. Para salvaguardar la justicia, el temido Creeper reparte palizas como si no existiera el mañana. Ceñidos sombreros gangsteriles, elegantes gabardinas ajustadas, cigarrillos encajados hábilmente en fieras bocas torcidas, astutos cerebros criminales... nadie se libra de los puños del Creeper.
Se trata de un personaje eminentemente urbano y, dentro de sus posibilidades, realista. La mayoría de los misterios que implican la existencia del misticismo o de la magia, se revelan como ardides fácilmente explicables de forma científica. Por eso, sus enemigos suelen ser criminales de poca monta, chantajistas, atracadores y, de vez en cuando, locos disfrazados que hacen la función de supervillanos. En este sentido, no deja de ser divertido que el mismo Creeper se presente ante sus enemigos como un ser inmortal y que juegue con dicha posibilidad en más de una ocasión.
Como superhéroe, el mundo del hampa se la tiene jurada y ha puesto precio a su cabeza. Por su parte, la prensa le teme y la policía le acusa de ser un delincuente peligroso. No le va mucho mejor en su vida civil al bueno de Jack Ryder. Degradado en su trabajo por pasarse de listo, detestado por la caprichosa Vera Sweet (¿quién dijo que Ditko no sabía dibujar mujeres despampanantes?), incapaz de poder pagarse un apartamento decente, sin demasiada vida social...
¿Y cómo se toma Creeper tanta desgracia? Pues se ríe esquizofrénicamente de todo. Como si la cosa no fuera con él. Siempre anda a las risotadas, como un Kasperle vengador. Y cuanto más se ríe, más se asustan los criminales... pero hay alguien que no le hace ninguna gracia al Creeper. Se trata de un enemigo que puede cambiar de aspecto a voluntad, el camaleónico Proteus, la nemésis definitiva del personaje.
El dibujo de Steve Ditko en la serie de los 60's "Beware the Creeper" es muy bueno. Ahí están las más originales composiciones de página de todo el tomo, multitud de dinámicas perspectivas que espolean la narrativa e imparable acción a raudales. En contraste, las historias de los 70's muestran a un Ditko bastante más convencional, dentro de los parámetros del dibujante, e incluso más amable y dulzón, como si sus personajes hubieran perdido su tono enfermizo característico.
Acerca de los guiones, pues a pesar de que tampoco son nada del otro mundo y que apenas se profundiza en ningún personaje (por ejemplo, Jack Ryder se mete a superhéroe sin reflexión ni trauma alguno), la verdad es que me han resultado mucho más interesantes y, hasta cierto punto, actuales, que los de otras series de DC de la época. Son cómics entretenidos, que seguramente no pretendían ser otra cosa, y que cumplen bien con su función. Quizás el mismo origen de los poderes del Creeper resulte el elemento más desfasado del personaje. Sin embargo, comparando con historias de Batman o Superman de esos años, yo creo que este Creeper se aleja bastante de los tópicos de la DC ñoña de los 60's, quedando lejos, eso sí, de las cotas de calidad de las colecciones punteras de Marvel de esa época.
Para el admirador de Spider-Man, la serie tiene sus propias recompensas. El aspecto del Creeper recuerda muy ligeramente a Kraven el Cazador; Proteus se asemeja muchísimo en sus habilidades al Camaleón (al parecer Ditko ya había presentado personajes similares en cómics anteriores a Spider-Man); Jack Ryder aparece en ocasiones dibujado como un maduro Peter Parker; algunos personajes lucen el característico peinado Osborn; y todo el mundo del hampa que tan bien retrató Ditko en The Amazing Spider-Man vuelve a hacer acto de presencia en estas historias, notándose tal vez la ausencia de algún gran jefe criminal, como los que presentó en la colección del arácnido.
Un punto negativo, pero totalmente disculpable, es la no inclusión de las páginas correspondientes a Creeper incluidas en el Cancelled Comic Cavalcade #2, que incluía lo que originalmente iba a ser el Showcase #106. Sin embargo, según parece, estas historias ni siquiera fueron comercializadas en USA, quedando como curiosidad distribuida a los propios creadores y a la oficina de Copyright USA. Menos comprensible son algunos deslices de traducción, como el de llamar Jonathan Carne a Jonathan Crane (El Espantapájaros) o la confusión de la palabra "pecho" (chest) por la de "cofre" (chest), que deja claro que el traductor no se ha leído "La isla del tesoro", o la tenía muy olvidada cuando realizó el presente trabajo.
En general, creo que se trata de un tomo muy recomendable para cualquiera interesado en el trabajo de Steve Ditko. Una vez terminada esta lectura, quedo a la espera de volver a leer la etapa de su autor en Spider-Man, Omnigolds' 2014 mediante. La verdad es que me apena no poder leer otros trabajos de Ditko, como The Quesion o Mr. A., pero también estoy ilusionado porque todavía no he su laureado Dr. Strange, y espero poder echarle el guante próximamente, aunque sea en un formato que no me convence en absoluto. Todo sea por ir profundizando un poco más en el trabajo de este genio.
Saludos
.