Sé que es difícil, pero me resulta cuando menos curioso que muchos de vosotros sigáis siendo incapaces de abordar la serie sin "soltar" a un lado el cómic que, supuestamente, adapta (es exactamente el mismo problema que cuando nos enfrentamos a un filme "basado" en un cómic). Si queremos ser justos debemos valorar la serie atendiendo principalmente al medio que utiliza para contarnos esa "nueva" historia. Por ejemplo, yo tengo más de un reproche que dirigirle a la misma pero, eso sí, me baso únicamente en lo que veo y no en lo que leí. Por otra parte, si aún así creéis que no se puede (o no se debe) olvidar el cómic, entonces quizás deberíamos criticar también la labor del propio Kirkman, quien participa activamente en la realización de la serie de televisión. En definitiva, lo que quiero decir es que hacer una serie tan difícil como ésta (al menos a mí así me lo parece, y por muy diversos motivos) debería encontrar como respuesta por parte de los televidentes (y digo televidentes y no lectores del cómic) como mínimo unas opiniones y valoraciones justas que se desprendieran totalmente del "lastre" de los cómic-books. Pienso que no está siendo así y, lo que es aún peor, que los responsables de la misma se están dejando "intoxicar" y están jugando peligrosamente con fuego. Espero de verdad equivocarme y tragarme mis palabras pero, o los guionistas y seguidores de la serie soltamos amarras definitivamente, o mucho me temo que al final el resultado televisivo va a ser un absoluto despropósito.