Tras la decepción que me supuso el final de la Saga de Bêlit, he retomado mi lectura de Las Crónicas de Conan con el número 13. Todo el tomo sigue transcurriendo en tierras "africanas", por lo que algunas de las historias parecen más de Tarzán que del propio cimmerio. A ver si se adentra en territorios más civilizados.