Creo que es evidente que lo opino arriba es mi opinión personal e intransferible, no pretendo sentar cátedra de ningún tipo, y si a alguien le gusta está en todo su derecho, faltaría más.
Ahora bien, está repleto de taras gordas que saltan a simple vista. Es un manga donde la escala de poder es un chiste, donde los buenos van a ganar siempre aunque sea imposible gracias al poder de la amistad y el amor (literalmente). Que todas sus sagas una tras otra son una fotocopia de la anterior pero cada vez más largas y con menos gracia es un hecho, que es infantil en extremo y tiene la profundidad narrativa de una servilleta de papel es también un hecho, que lo principal en la serie es el fanservice de todo tipo y concretamente el de mujeres siendo una serie completamente machista e insultante hasta para lo que se suele ver en el resto de shônen es otro hecho (hablamos de un manga donde más de una vez se detiene la trama general en momentos importantes para meterte capítulos de chicas en bikini a cuento de nada), y que su parte objetivamente mejor dura muchísimo menos que las de series como Naruto y Bleach, y que además esas partes a diferencia de las anteriormente nombradas ni son para tanto, ni han supuesto nada para la industria del manga en general ni para la del shônen en particular lo mismo. Y sí, que en esencia es una fusilada de One Piece tanto a nivel visual como de estilo y planteamiento de sagas y trama general salta a la vista, no llegándole además ni a la suela del zapato, porque para empezar el argumento general en FT es casi inexistente.
Si hablásemos de un manga de unos 15-20 tomos a lo sumo podría ser recomendable hasta cierto punto y tener si aquel, pero ¿durando la broma que menciono arriba 63 tomazos, que para ponerlo en perspectiva, son 9 más de lo que duró Dragon Ball? No, hombre no, no seré yo el que le recomiende esta serie a nadie en esas circunstancias sabiendo que es una pérdida casi total de mucho tiempo y mucho dinero, y existiendo toda la oferta de cómics tanto clásicos como modernos y actuales que existen, y esto último sin salirnos ni siquiera del género shônen.
Así que si me preguntáis, sí, es totalmente injusto e inmerecido el éxito de esta serie. Y hablo con total conocimiento de causa, pues no solo la he leído entera (por mi manía de terminar todo lo que empiezo y más si llevo años siguiéndola como era el caso) sino que leí anteriormente Rave, la primera obra de Hiro Mashima, de 35 tomos, y que sin ser ni mucho menos la octava maravilla del mund, sí que cumple y se trata de un buen shônen y una lectura recomendable y bastante disfrutable. De hecho, una vez la lees y comparas ambas series se puede ver la caída de este mangaka en todos los apartados salvo en el visual, que es el único del que podría llevarse halagos por mi parte (aunque con una seria inspiración en Oda y unos diseños de chicas, como digo, ultra fanservice).