Yo creo que de lo que se trata en esta película es de la libertad. De cómo no se pueden poner barreras a la libertad. El preso en cuestión, que no es más que un pícaro, lo que reivindica es que a la gente no se la puede constreñir con tantas normas. Llega una momento en el que el cumplimiento de tanta normativa y de tomar tanta pastilla lo que produce es una negación de la verdadera personalidad.
Contra eso lucha Jack (o, ya puesto el Quijote), contra lo establecido. En realidad el preso, que es un caradura en el fondo, no comete grandes crímenes en ese hospital o sanitario, simplemente hace un par de travesuras, pero con ello rompe el normal funcionamiento del "establishment" y eso no gusta a la dirección. La solución es totalmente desproporcionada al "pecado" cometido. No creo que sea un final patético, en todo caso lo interpreto como un canto heróico, es lo que define al ser humano, el rebelarse contra normas tan opresivas. De veras que me parece una de las mejores películas que se ha hecho, y no creo que la interpretación sea histriónica (aunque reconozco que si por algo se caracteriza Jack Nicholson es por su histrionismo).