Con mas retraso del esperado me he leído el primer tomo de las tiras diarias de Johnny Hazard, obra de Frank Robbins, que contiene las tiras publicadas entre el 5 de junio de 1944 y el 19 de noviembre de 1946.
Mi primer acercamiento a la figura de Johnny Hazard fue durante el confinamiento al leer una de las historias que libero dolmen, El dolar yankee. Me gusto mucho el tono mezcla de género negro y de espías que destilaba la tira así que me dispuse a hacerme con el tomo y disfrutar de aquellas historias, pero tras escuchar ciertos consejos decidí comenzar la serie por el principio a sabiendas que me iba a encontrar otra cosa distinta, pero a priori de mucha calidad.
En este primer volumen conocemos al teniente (que ascenderá pronto a capitán) Hazard tras las lineas enemigas en plena segunda guerra mundial. Junto a sus compañeros, Hazard sobrevolara la Alemania nazi plantando cara a los alemanes (y mas tarde a los japoneses una vez la acción se traslade a China) y participando en varias misiones que le harán conocer a Brandy, una rubia explosiva corresponsal de guerra de carácter bastante fuerte que traerá de cabeza a nuestro intrépido protagonista. Durante las historias de este tomo daremos por muertos mas de una vez a nuestros protagonistas, veremos combates aéreos espectaculares, se nos presentaran malvados villanos llegados de oriente, conoceremos a mujeres de armas tomar y veremos la guerra desde una perspectiva algo idealizada y edulcorada.
Si el Dolar Yankee era una historia de espías y género negro estos inicios de Johnny Hazard es pura aventura, cómic bélico y algo de romance. Lo bueno de estos inicios de la tira de Robbins es que si bien me he encontrado con un género distinto al esperado la calidad de este tebeo es altisima. Teniendo en cuenta la fecha de publicación de estas tiras y viendo lo que se estaba haciendo en esa época en editoriales como DC es una pasada lo bien hilvanada que esta hecha la trama, lo trepidante de la acción y lo fresca que resulta su lectura a día de hoy mas de 75 años después de su publicación.
En la parte gráfica me tengo que quitar el sombrero ante lo que hace Frank Robbins, es una pasada. La elegancia y belleza del trazo, lo bien que narra, lo bien que usa los negros... es espectacular. Por curiosidad me he puesto a comparar páginas de este tomo con páginas de Terry y los Piratas y admitiendo el talento de Caniff me parece que sale perdiendo claramente ante la belleza de las viñetas de Robbins.
Por último me gustaría comentar la edición de Dolmen, ya que lo mismo que dije que la de Terry y los Piratas no me acababa de convencer tengo que decir que esta de Johnny Hazar me parece fantástica. La reproducción me ha parecido magnifica, viene con una buena intro, bio del autor, papel de mucha calidad y un formato muy chulo.
Me suscribo a esta colección (mi idea dentro de lo posible sera pillar un tomo de Sin Fronteras al mes, el próximo le tocara a Terry) y espero expectante a lo que le espera a Hazard tras la guerra. De momento solo puedo decir una cosa de esta serie, es un tebeazo.