Poderosos vengadores 35.
La verdad es que el final de la serie ha estado magnífico. Se descubre el misterio de la mansión infinita y el por qué de las múltiples Yocastas. Una vez más comprobamos como este personaje vuelve a mantener su sino de personaje vapuleado, ignorado y abandonado. Pero Slott se toma su venganza con una frase que es para no olvidar, como bien ha apuntado Spector.
La boda realizada por el creador me resulta superinteresante e innovadora. Lamentablemente toda la idea y lo que ello plantea ha pasado demasiado desapercibida durante toda la colección. Una idea que hubiese podido brillar más de haberse desarrollado durante más tiempo. Se cierra un círculo. Ultrón consigue su esposa y Yocasta cumple la función para la que fue creada.
Cuando la insertaban los brazos y piernas no he podido evitar pensar en Eduardo manostijeras, en el hombre bicentenario y todos esos escritos sobre la humanidad de la robótica y el deseo de ser más humano. Una idea que se ha ido desarrollando entre bastidores y lamentablemente resuelta de forma precipitada.
Pym se convierte en uno de los grandes por derecho propio. Y lo demuestra en esta despedida que ha resultado bastante emotiva. Todo ese elenco de Vengadores en la mansión infinita ha sido estupendo.
La avispa tendrá que esperar a ver si Gage la “rescata” en su academia. Pero habrá que ver que ha quedado de ella tras el borrado de Ultron y la impronta de Yocasta. La reaparición de Jarvis ha estado genial.
La lucha de Asgard ha sido magnífica, y para quienes no me crean que se lean los Thunderbolts. Interesante ver las dos perspectivas, la de Slott y la de Parker.
Una colección que ha rescatado a un Henry Pym que estaba vapuleado para colocarle a la altura que hacía años que merecía. Unas ideas interesantes, una narrativa inteligente plagada de sutilezas que se pueden escapar al lector que solo busca aventura y que en una segunda lectura resplandecen como señales luminosas.
Pues ya me quede sin otra colección que comprar. Y me quedo sin Vengadores, así que esta es una despedida triste, ¡¡ya que me he quedado sin colecciones que comprar!!