No es fácil hacerme llorar de la risa; él, DeMatteis y Maguire lo consiguieron, literalmente, con el número 8 de la JLI (si es que me estoy acordando y ya me está entrando la risilla).
Lo que me he desternillado con este hombre y compañía.
Descanse en paz...él se va, pero los buenos ratos se quedan.