Ladrillazo al canto.
Bruguera en 1969 comienza una nueva revista que rompería con la tradición de lo publicado hasta ese momento. Si se había estado imitando a las revistas argentinas desde los años 50 (personajes, historietas, cierto tono "picante", humor...), ahora se tomaría como modelo a imitar la revistra francesa Pilote (¿posiblemente la mejor revista de cómics de mundo?). Como sabéis, Pilote fue la revista que crearon Goscinny, Charlier y Uderzo para alejarse tanto de la BD belga como del cómic americano. En ella aparecieron personajes como Astérix, Iznogud, Aquiles Talón, Blueberry, un Lucky Luke escapado de la revista Spirou...
La revista que la editorial Bruguera crea para copiar el estilo francés se llama Gran Pulgarcito. Entre las novedades que traería esta revista estarían el aumento de la publicación de material francobelga (páginas de Astérix, Iznogud, Michel Tanguy, Blueberry y Aquiles Talón), y la creación de historietas más realistas (menos bruguerianas), más modernas y con un dibujo más cuidado. Así Raf crearía a Flash, el fotógrafo, o Segura a Pepe Barrena, un piloto aficionado. Vázquez haría un par de historietas medio largas de Anacleto que son una delicia.
La revista fue un relativo fracaso. En los 70 Bruguera achacaría el descenso general de ventas a la aparición de la televisión en las casas y reformularía muchas de sus revistas para hacerlas más "comerciales". A otras revistas se les puso el subtítulo de "la revista de la familia Telerín", otra
sería la revista de Marisol, y a Gran Pulgarcito le tocó ser "Felix, el amigo de los animales", en relación a Félix Rodríguez de la fuente. Cuando la revista se canceló sus contenidos pasaron a la revista Mortadelo semanal.
¡Es ahora cuando se puede hablar de El sulfato atómico! Para imitar el modelo francés la editorial elige al dibujante más popular, más trabajador y con más recursos de la editorial. Eligen a Ibáñez para que imite el estilo de las revistas europeas (incluso que copie si necesita ideas), mientras que Ibáñez por su parte elegirá a Franquin como modelo a seguir. La historieta, ojo con la novedad, se publicaría en álbum al estilo francés después de terminar su publicación serializada de 2 páginas por número (comprobadlo, la serie tiene un ritmo trepidante gracias a esos cliffhangers continuos).
Esto a Ibáñez no termina de convencerle: necesita más tiempo que dedicarle a cada viñeta, por lo que dibuja menos páginas a la semana y sigue cobrando lo mismo por página. Por otra parte, la idea de una aventura contínua tampoco le agradaba. Ibáñez pensaba que el lector en cada revista quiere una historia completa, no un fragmentito sin principio ni fin. Por eso esta historieta sería un caso aislado en la producción de Ibáñez. El dibujante no volvería a dibujar ni tan detallado (la editorial apoyó su decisión, al fin y al cabo los dos preferían publicar muchas páginas en vez de unas pocas cuidadas), y comenzaría a desarrollar historietas con una estructura de su invención, la aventura larga que se divide en 11 capítulos de 4 páginas. Luego lees libros por ahí que dicen que si Chris Ware o Daniel Clowes inventaron la novela gráfica dividida en capítulos en varias revistas... Yo afirmo que eso lo inventó Ibáñez y me quedo tan fresco, ea.
Vaya, he escrito ahí arriba que Ibáñez no volvería a dibujar en un estilo detallado ni una aventura sin capítulos... "Valor y al toro" no es una historieta de Mortadelo propiamente dicha. La relación entre Ibáñez y la editorial Bruguera no fue precisamente amistosa. Motivos para discutir había siempre: Bruguera reimprimía historietas antiguas sin pagar derechos de autor a sus autores (hay que entenderlo como una amenaza a los dibujantes: "no me importa si no entregas páginas nuevas, en este archivo tengo historietas para publicar sin pagarte"), no pagaba un porcentaje de las ventas de los álbumes, se dedicaba a comprar personajes al extranjero pero nunca vendía... Ibáñez fue el primer dibujante de la editorial que arrastraba lectores, el primero que tuvo poder para enfrentarse a la editorial. Consiguió para él varios lujos de estos (aumentos de sueldo, porcentajes de álbumes, Mortadelo publicado en Alemania...), pero para ello tuvo que "luchar".
Y ahí llega "Valor y al toro", que es una historieta protagonizada por dos personajillos que son agentes secretos. Ibáñez la dibujaría para intentar venderla al mercado francés por su cuenta, sin la editorial como intermediaria. Bruguera conseguiría contentar a su dibujante predilecto, y la historieta sería modificada para que Mortadelo y Filemón la protagonicen (Ibáñez taparía las cabezas de los personajes con papelitos en los que las redibujaba, en tiempos en los que el photoshop no existía).
El sulfato atómico es además un "reinicio" de las historietas de Mortadelo tomando como modelo evidentísimo al Superagente 86: una agencia de espías, un jefe, un científico... Es una historieta bastante primitiva, también hay que decirlo. Entre Mortadelo y Filemón existe una relación casi de colegueo, de igual a igual, muy al estilo de las parejas de los tebeos franceses. En el futuro Ibáñez retomaría la relación jefe/subordinado de las historietas del Pulgarcito.
Tiene también chistes inolvidables como los de Mortadelo y Filemón cruzando la frontera, el "avión", Mortadelo intentando hablar en el idioma de Tirania, los periódicos que aparecen casi al final, o la aparición final de las hormigas. En fin, una gozada de tebeo que todo el mundo tiene que leer.