Un personaje muy interesante.
Un simple relojero, sin más ambición que llevar una vida tranquila, que por accidente acaba convertido en un Dios de poderes ilimitados.
Es imposible pensar en que pasará por la mente de un hombre con poder e inteligencia ilimitada, y la capacidad para ver el futuro, pero desde luego la explicación de Alan Moore es muy buena al hacernos ver que alguien que no esté implicado en la humanidad y tenga una visión global de ella, no contaminada por emociones ni experiencias, solo verá una raza que se extingue por sus propios defectos y que no puede ser salvada de sí misma, y por ello pasa de ser un superheroe, a un Dios frio y observador.
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