Aunque la última temporada fue un poco decepcionante, 24 es con diferencia una de las dos mejores series que actualmente se pueden ver en cualquier televisión del mundo mundial. Sus tramas son superinteligentes, con unos giros argumentales inesperados y sorprendentes que en el 95% de los casos funcionan a la pefección y consiguen sorprenderte. El personaje de Bauer está hecho a la medida de Kiefer Sutherland, que ha encontrado en ese personaje el papel de su vida y encima los secundarios son magníficos, especialmente Dennis Haysbert (no sé qué porcentaje de éxito le debe Obama a David Palmer, pero ahí está) y Gregory Itzin.
El único "pero" que yo le pongo a 24 es que es imposible que semejantes conspiraciones y con tal nivel adrenalínico se resuelvan en tan sólo 24 horas. Sin embargo, esa merma de credibilidad tiene a su vez como ventaja el mantener a los espectadores en constante tensión cada vez que sale el reloj y se dan cuenta del tiempo que falta para que todo se resuelva en un sentido u otro.
Vamos, que 24 me parece la leche y Bauer (personaje de imposible existencia en la vida real) el puto amo.
Nunca la he visto, pero tengo amigos que son seguidores, y, según sus comentarios, es fascismo puro y duro.
Pues tus amigos y yo vemos dos series diferentes que, por esas casualidades de la vida, las dos se llaman 24.
Bromas aparte, coméntales a tus amigos que es la primera serie norteamericana (que yo recuerde, al menos) en la que han salido dos presidentes norteamericanos de raza negra antes de ser Obama ni siquiera candidato, lo que no me parece una propuesta muy fascista que digamos, aunque tal y como está el fascismo hoy en día a lo mejor tus amigos tienen razón. Además, ahora mismo, en la serie, el presidente es una mujer, algo también muy fascista.
Si les quieres seguir tocando las narices, también puedes comentarles que el tema central de la segunda temporada fue una conspiración montada por los oligarcas del petróleo y gente del propio gobierno norteamericano para meter a los USA en una guerra en Oriente Medio con el fin exclusivo de controlar el petróleo de la zona (no sé si habrán visto algún parecido con la realidad de lo sucedido en Irak con la administración Bush, pero como se dice en estos casos, suele ser pura coincidencia).
Y que nadie se confunda, que esta serie en muchas ocasiones no deja nada bien al gobierno norteamericano. La crítica suele ser bastante dura; de hecho, en la quinta temporada el que está detrás de todo lo que está pasando es el propio presidente norteamericano (de raza blanca), quien llega a aliarse con terroristas chechenos y a asesinar a ciudadanos de su propio país mediante ataques indiscriminados con armas químicas, también con la trama petrolífera de por medio. Joder, si hasta quiere derribar un avión de pasajeros para que no se descubra su implicación en el asunto. Y no es un caso aislado: en la sexta temporada funcionarios del propio gobierno norteamericano, se cargan a su propio presidente (de raza negra) porque no quiere montar campos de concentración con los ciudadanos musulmanes que viven en los USA y llevarles a la guerra contra otro país de Oriente Medio.
En fin, que tus amigos y yo tenemos nociones bastante diferentes de lo que es una serie fascista pura y dura.
