Una película maravillosa. Os pego una crítica que hice en Filmaffinity sobre ella:
Tan entrañable como emocionante.
Siempre me resistí a ver esta película, considerándola de antemano aburrida y poco atractiva. Pero hice un considerable esfuerzo, y debo decir que me alegro enormemente por ello.
El comienzo de la cinta no es demasiado prometedor. Enseguida hacía su aparición el sobrevalorado Morgan Freeman, en su clásico papel de maduro benévolo y amistoso (el prisionero Red), ejerciendo, como de costumbre, de narrador de la historia. Me parecía quizá un tanto chocante y risible el hecho de que los reclusos parecían ser personas cuerdas y amistosas, buenos chicos que tan sólo habían cometido un error, mientras que los guardias de la prisión se mostraban extremadamente violentos, tiránicos, y en definitiva, malignos.
No obstante, según el film avanzaba, acabé por olvidar dichos aspectos. Freeman termina por conmover en su papel de amigo del protagonista, comprensivo, abatido y desolado por toda una vida en la cárcel. Uno de los rasgos que singulariza a la obra es el hecho de que toda la película es contada bajo el punto de vista de Red, el secundario, nunca tenemos acceso a los pensamientos del protagonista, ese misterioso y entrañable Dufresne (un magistral Tim Robbins en la interpretación de su vida) que no deja de sorprendernos con sus conocimientos, sus inquietudes, sus planes.
Pronto el guión nos obsequia con grandes diálogos y momentos verdaderamente emotivos, todo ello acompañado de la voz en off, que acaba por cautivar irremediablemente, de Freeman. Descubrimos que los guardias no son tan inhumanos, no todos los prisioneros, por supuesto, son hombres correctos y afables, y el alcaide no es ni mucho menos tan correcto e impecable como se nos presenta al comienzo. Todo en el film tiene su sentido y su razón de ser, y sobre todo, en el tramo final de la película es sobrecogedor y muy agradable descubrir que secuencias o maniobras que no alcanzabamos a comprender, cobran importancia y significado.
"Cadena Perpetua", es un film que cumple sobradamente sus objetivos de entretener (la historia es tan absorbente y repleta de matices y reflexiones, que jamás invita al tedio a pesar de poseer un ritmo pausado y ser considerablemente extensa) y emocionar en múltiples secuencias.
La delicadeza de la fotografía contribuye a mostrarnos un ambiente penitenciario que aunque en ocasiones resulte asfixiante y sórdido, también puede convertirse en una amistosa comunidad, con su rutina, sus pequeñas diversiones y sus instantes de esperanza e ilusión. Tanto llega a atrapar, que ni los propios personajes saben cómo vivir ni habituarse al mundo fuera de los muros. El tono del film es siempre positivo, aún con sus momentos más deprimentes y dramáticos, la luz y la esperanza nunca abandonan al protagonista ni a los espectadores.
En definitiva, una gran obra, una más, injustamente valorada en los Óscar, de obligado visionado para todo amante del cine. Es esta una de esas cintas que acabó encontrando su privilegiado lugar entre las preferencias del público y la crítica de todos los tiempos, por medio del boca-oído y la difusion televisiva, tanto que es ya un clásico de domingo por la tarde, más que cualquier otra cosa.
Si no fuera por escenas algo violentas y una temática que puede resultar demasiado triste, podría decirse que es una preciosa historia para toda la familia, que hace reflexionar sobre valores tan profundos como la amistad a toda prueba, la esperanza y la fortuna. Mención especial para los minutos finales, repletos de revelaciones, sorpresas y, siento que ya me repito, emoción.
Entre los pocos defectos de la película se haya una banda sonora poco destacable (que sin embargo acompaña con acierto, aunque no llega a asombrar), algunos aspectos un poco inverosímiles (pero fáciles de pasar por alto) y el comienzo flojo en comparación con el resto del film, pero es de justicia apuntar, señores, que nos encontramos ante una historia bellísima, que en vez de abrumar con tensiones y bruscos giros constantemente, seduce lentamente y termina por maravillar y conmover. Es complicado no empatizar con los personajes, y no sentirse tentado a contemplar de nuevo, una y otra vez, su sufrida y aislada vida en prisión.
Sus grandísimas virtudes ya han sido mencionadas: muy buena fotografía, brillante montaje, excelente guión, magníficas interpretaciones. Muy buena.
8.5