Estos días me he centrado en la obra de Ibáñez. En primer lugar, me he leído
Mortadelo y Filemón: Agencia de información. Se trata de las historietas que se publicaron a doble página en la revista Pulgarcito. Lo que más llama la atención de dichas historias es que, quitando las historias correspondientes a los almanaques navideños, no hay división en páginas, es decir, cadas tira de viñetas comienza en la primera página y continúa hasta la segunda página. Con esta peculiaridad, y utilizando una gran cantidad de viñetas, coloreadas en bitono, es decir, rojo y negro, el autor se recrea en las historias de trompazos, malentendidos y catástrofes varias que hicieron grandes a los personajes. Es interesante ver que en las últimas historias se encadenan varios finales felices, para uno o ambos personajes.
Con respecto al formato elegido para publicar este tomo, respetando el tamaño original de las páginas, pero en vertical, en lugar de apaisado, lo vuelve tremendamente incómodo para leer. Además, la reproducción de las historias deja mucho que desear.
De ahí paso a
Super Humor 51, 53 y 55, que contienen las portadas de la revista Mortadelo, que se comenzó a publicar de forma semanal en los años 70, como plataforma para las aventuras largas de los personajes, así como otras historias autóctonas y de procedencia francobelga. De la complejidad del tomo anterior, pasamos aquí al minimalismo, pues los gags se desarrollan en tan sólo cuatro o cinco viñetas, de tamaño variable, en las que hasta los rabillos de los bocadillos llegan a ser campo de experimentos. Las trifulcas de Mortadelo con sus vecinos debido a sus mascotas o sus costumbres, el maletín anticacos y los diversos inventos de Mortadelo son elementos recurrentes en estas historietas. Como anécdota, se puede decir que hay una portada en la que se repite la misma historieta de otra anterior, pero dibujada de nuevo.
A la historieta principal hay que añadir el papel que juega la primera "o" de "Mortadelo" en el título, que va pasando de meros disfraces del personaje a gags mudos y, de ahí, a chistes hablados.
En este caso me surgen dudas sobre si se completará o no la recopilación de estas portadas, pues la revista tuvo 645 entregas, además del número 0, y en estos tres tomos se recogen las correspondientes hasta el número 566. Quedarían, por tanto, 79 portadas, que no darían para completar otro tomo de Super Humor.