He leído Thor #210-241, cerrando así la etapa de Conway con el personaje.
En líneas generales está al lamentable nivel que suelo esperar de este guionista. Aunque hay algunos números que se salvan de la quema, si nos ponemos a comparar el conjunto con la etapa de Lee y Kirby no podemos hacer otra cosa que llevarnos las manos a la cara, caer de rodillas al suelo y romper a llorar.
La cosa no empieza mal, con un #210 decente, pero después degenera hasta lo indecible en los #212-213, un insulto en toda regla a Asgard, Odín y el lector. Sigue una racha de números malos hasta el #216, con una pequeña remontada en el #217 que no deja apenas lugar al respiro, ya que el #218 marca el inicio de una nueva ola de mediocridad.
Del #221 en adelante hay historias que sí son presentables, y que cuentan con el coprototagonismo de Hércules (que, pese a ser un secundario que me ENCANTA, en manos de Conway es poco más que el debilucho del grupo, que no para de quedar en evidencia y ser rescatado por su superior Thor). A partir del #225 hay un arco con Galactus y Ego que podría funcionar bastante bien, pero que en las inadecuadas manos de Conway no llega siquiera al aprobado mínimo (aunque tampoco se queda demasiado lejos).
Le siguen más números absolutamente mediocres, y no es hasta el #234 que se remonta hasta unos mínimos aceptables, siendo ese número y el que le sigue dos de los mejores de esta nada encomiable etapa. Cerramos finalmente con los #238-241, lejos de ser recomendabes, pero al menos decentes. Legibles en su simpleza, sin alardes.
Como he dicho, Conway firma otro trabajo con su habitual y tremendamente bajo nivel de calidad acostumbrado. Los peores números de Thor hasta la fecha, solo en directa competición con sus también horrorosos inicios. A destacar el muy mejorable empleo de Hércules (increíble la bocaza tan arrogante que tiene, cuando aquí no para de pillar palos números tras número), las tramas que se saca Conway de la chistera para intentar darle emoción a sus sagas, el rollazo tan raro (y no menos sacado de la manga) que se trae entre Sif y Jane, que podría haber funcionado mucho mejor de lo que lo hace, y la épica de baratillo tan artifical que intenta impostar a algunas de sus historias para suplir su falta de recursos como guionista.
Por otra parte se le agradece que, como Roy Thomas, conozca bien la historia previa del asgardiano. Algo bueno tenían que tener estos dos.