Qué amísimo, el Oskarosa. Tremendo texto sobre una etapa tremenda.
Mi impresión siempre ha sido que estamos ante una serie al nivel de la Patrulla-X de Claremont, pero en el universo de enfrente. Personajes muy bien desarrollados que evolucionan de manera constante y, además, se relacionan entre ellos.
Precisamente, precisamente. Tal y como yo lo recuerdo, Los Nuevos Titanes eran La Patrulla-X deceíta. Algunos nos comprábamos el tebeo de La Patru, y otros seguían religiosamente el de Wolfman y Pérez. Por desgracia, rara vez el dinero daba para ambos universos de ficción, y había que decantarse por uno u otro. Y uno se hartaba a decir que La Patrulla-X molaba por esto, esto o aquello, y el colega que seguía a Los Titanes te argumentaba más o menos lo mismo
Últimamente me ha dado por pensar en series de grupo, en por qué antes las que funcionaban lo hacían tan bien, en por qué es tan difícil encontrar una que lo haga ahora a ese nivel y en cuál fue el momento en que se rompió aquella racha que contenía a La Patrulla-X y a los Titanes, pero también a la Legión (creo que podremos esperar algo sobre ella próximamente, ¿no?
), a Los Nuevos Mutantes, a Generación-X e incluso X-Force.
Si no es molestia, me extiendo sobre ello:
- Buscando nexos en comunes, nos encontramos con uno muy evidente; los personajes, como bien apunta el señor Rosa, tienen un desarrollo tanto como grupo como individualmente que hace que te encariñes con ellos y quieras seguir sus correrías, hasta el punto de que su "vida privada" mola tanto o más que sus aventuras, sean más o menos logradas. El síndrome Peter Parker, se podría decir.
- Para que esos personajes tengan ese desarrollo, lo ideal es que tengan una colección en la que desarrollarse. Una. Por eso La Patrulla-X o Los Titanes molaban más que, por ejemplo, Los Vengadores (que estaban lastrados por el hecho de que sus integrantes tenían, en su mayoría, cabeceras propias que veían ese desarrollo vital de los personajes y que por consiguiente evitan que veamos dicho desarrollo en la cabecera compartida). No es casual que haya cierto consenso en que la etapa más guay de Los Vengadores sea precisamente la de Stern, en la que sus miembros (y miembras, sí
) carecían de colecciones en solitario. Lo mismo ocurre, imagino, con la Liga de la Justicia, que cuando más molaba era cuando estaba compuesta por personajes de segunda (y tercera) fila.
- Así, comprabas Los Nuevos Mutantes y seguías a sus personajes. Lo tenías todo ahí. Lo mismo con Excalibur, Factor-X o, de nuevo, la puta X-Force. Nunca aceptaré que lo que mató esa magia fue la sobresaturación de cabeceras, porque aunque fuesen muchas, ahí estaban los personajes y con cada una te bastaba para seguir sus andanzas.
En mi opinión, las reglas cambiaron el día en que apareció una segunda cabecera de La Patrulla-X (los X-Men de Jim Lee). Ese día se demostró que más era más y que si una colección vendía X ejemplares, se podían vender el doble con las mismas armas.
- Desde entonces hemos visto colecciones grupales fantásticas, claro, siempre tomando como ejemplo el modelo que funcionaba en los 80. La JSA, Los Secret Six, Runaways o las cabeceras mutantes en las que se medio-secuestraba a unos personajes para que apareciesen en el resto de colecciones lo menos posible.
Ojalá alguien en Marvel y DC se vaya dando cuenta de que los cómics y el cariño que los fans puedan sentir hacia ellos no depende tanto de las historias que se cuentan como de los personajes que las viven. Ojalá.
Y todo este rollo, que roza el offtopic, sirve para decir que sí, que Los Nuevos Titanes es una de esas cabeceras que ejemplifican cómo debe ser una colección grupal
Por lo visto son 40 numeracos en la edición planetaria. ¿Si uno quiere pillarse lo mejor de la misma hasta donde tendría que comprar?
Con los trece primeros tomitos tienes hasta El Contrato de Judas. Ahí está lo mejor de la colección. Con los veinte primeros tienes la etapa de Pérez. Cualquiera de ambos puede suponer un buen punto de corte.