Este era un tomo que lleva en mi casa más de un año, como muchos otros, pero que al final le ha llegado su hora. Lo compré en su día sin ser una prioridad porque vi que se estaba agotando. No me costó ni 20 pavos ¡por 19 nº! Lo que suele costar una peor edición en español de estos números o ver lo que se pide ahora por el TPB inglés me dice que hice bien en pillármelo en su momento. Y sinceramente, después de mucho DC y europeo tenía ganas a leer Marvel, la viejuna, por supuesto; la de ahora como que no.
AVENGERS #212-230
Los entendidos ya sabrán que en este tomo escribe Shooter y empieza la etapa de Stern, además de algunos números de relleno de DeMatteis, Michelline o Grant entre otros.
De Shooter solo conocía sus dos Secret Wars y ahora entiendo un poco más el nivel de esos eventos. He de decir que de mi infancia, de los pocos tebeos que mis padres me pudieron comprar, uno fue un nº de las Secret Wars que leí millones de veces como si alguna vez la historia fuese a llegar más lejos que en la lectura anterior. Para aquel niño que fui, recuerdo que era casi mítico lo que se contaba allí. Hace no mucho, leí la serie entera y qué puedo decir, que lo de mantener la magia de la infancia está muy bien, pero que madurar lo suficiente para darte cuenta de que aquello era un truño, está mucho mejor. Sinceramente, Marvel tiene entre sus tebeos, sus tebeos para niños, obras que con poquísimo le dan mil vueltas a lo escrito por Shooter. Y este tomo es otro ejemplo de ello. De lo leído de este guionista lo que mejor que puedo decir es que a veces tiene cosas pasables.
De ningún número de relleno puedo decir que sea peor que los de Shooter, pero donde realmente la serie pega un subidón es en el 227 cuando entra Stern. Y mira que es un nº para situar las piezas dentro de la trama de la caída a los infiernos de Pym. Stern demuestra en esos pocos números finales jugar en otra liga y me presenta los que sin duda son los mejores números vengadores que he leído hasta hoy junto a unos poquitos de Thomas, los de la Vision, básicamente.
Todo lo anterior no es que fuese especialmente malo, pero con Stern todas las virtudes de la serie relucen más. Los personajes son más cercanos, la dinámica del grupo funciona, los diálogos son interesantes y el cierre al tema de Pym está muy bien conseguido. Lástima, eso sí, que se usen tanto esos atajos de las máquinas milagrosas que lavan el cerebro y recuperan informaciones imposibles en lugar de trabajar más el argumento. Pero bueno, como dijo Quesada, "son solo tebeos", aunque también es verdad que he visto tebeos de superhéroes currarse más estos aspectos.
En cuanto a las historias, como he apuntado, la trama de Pym me parece bien conseguida. Es sorprendente lo redondo que queda el tomo en una recopilación de una época en la que no se sacaban los tebeos pensando en los 6 nº que entran en un TPB. La desgracia de Pym es muy humana, consigues odiarlo, compadecerlo y hasta desearle suerte. Para ello es fundamental el cierre, en el que juegan con el lector con la idea de que no fue responsable de todo lo que hizo para finalmente optar por el mejor final, el de apechugar con las consecuencias. Nótese la diferencia con aquella porquería que hicieron con Jean Grey, no solo por la resurrección, sino por eximirla de todo lo que hizo. Esta desgracia de Pym es pues mucho más trascendente que la muerte de Fénix para quien se trague toda la pseudo continuidad marvelita. No es mi caso, pues como ya he dicho en otras ocasiones, para mí Jean murió y no se le volvió a ver el pelo y así su muerte no pierde un ápice de magia.
Quiero mencionar también el nº del romance entre el insoportable Stark y Janet. Agradezco mucho este tipo de historias y ver a los personajes en el mundo real, cosa que hoy en día es tan difícil de ver y que a mí me han alejado de la actualidad pijamera. Entiendo el capricho y la mala conciencia de Stark así como los reparos de Janet cuando descubre el pastel; penosa la actitud inquisidora y santurrona del Capi y el que está soberbio es Thor, un tío de no demasiadas luces, pero que en esta ocasión da en el clavo, porque a pesar de no ser muy inteligente, sí que tiene un sentido de la justicia muy equilibrado. Muy guay todo, como la vida misma.
Como la vida misma también es el tema que tratan explícitamente en algunos nº como es el papel de la mujer en la vida social y laboral. Afortunadamente no es que estos tebeos sean unos panfletos feministas ni donde la igualdad se entiende como poner a una tía a actuar como un tío. Sin ser una maravilla, está muy bien como tratan a Janet, la otra gran protagonista del tomo. Cómo lleva su ruptura, cómo afronta su nueva vida, cómo da un paso adelante, cómo se llena de dudas y cómo a algún carca le cuesta aceptarlo. Como decía, afortunadamente no tratan de convertirla en un modelo feminista a seguir, sino que se la escribe como un personaje muy humano. Aparte ya estarían otros guiños al tema como la que le monta Tigra a los trogloditas del "la culpa es de ellas por vestirse como putas", fenomenal la esa escena del banco.
Y bueno, poco más. Hay elementos para frikis enciclopédicos como que aquí encontramos los nº en los que se revelan unos a otros sus identidades secretas, el ingreso de la mejor vengadora en el grupo, Jennifer Walters, mueren algunos personajes que tardarán mucho en volver, alguno creo que ni siquiera ha vuelto, vemos en acción al nuevo Ant-Man, etc. Luego, muchas aventuras locas, enemigos esperpénticos y viñetas absolutamente inolvidables para mí como la de ver al Capi volando a cabritos de Iron Man.
Si acaso, por decir algo más, voy a mencionar a Milgron el defenestrado. Yo a este hombre lo conocía por unos trabajos penosos en Hulk, las bochornsas segundas Secret Wars y la interesante mini de Kitty y Wolvie ensuciada vilmente por su dibujo. Con todo y con eso, le reconozco que a nivel narrativo no está tan mal. Y si voy a mencionar a Milgron aquí es, a riesgo de contradecir a muchos, para decir que en los pocos nº que dibuja en este tomo a mí me a parecido correcto como mínimo. Y de ahí, para arriba. No me da vergüenza decir que me gusta su dibujo aquí.
Y chimpúm, seguiré leyendo a mi ritmo más vengatas de Stern en los tomos que me quedan, aunque no tenga la etapa entera.