Spiderman: Omnigold 6: ¡La Muerte de Gwen Stacy! (1971-1973) Reseña en la web de Universo Marvel:https://www.universomarvel.com/resenas-spiderman-omnigold-6-la-muerte-de-gwen-stacy-1971-1973/El increíble quinto volumen recopilatorio de la principal serie de Spiderman recogía, al menos, dos sagas magistrales, además de un montón de historias inolvidables.
El subsiguiente fragmento en la historia del trepamuros, que tenemos entre manos, tiene la difícil tarea de, por lo menos, igualar a sus antecesores.
Stan Lee y el breve aterrizaje de Roy Thomas.Sigue todavía Stan Lee al frente del personaje icono de Marvel, así como Gil Kane al arte gráfico, secundado en esta ocasión por Frank Giacoia. Y lo hacen en un número 100 un tanto especial, que sirve de repaso a la trayectoria de Spiderman. Pero no estamos ante un recordatorio al uso sino ante un cúmulo de vivencias desagradables, decepciones y villanos, en forma de pesadilla de Peter.
No es más que el inicio de una nueva saga icónica de la colección, la del Spiderman de seis brazos. Una saga que marca el principio del fin de Stan Lee como guionista de Spiderman, ya que por primera vez deja la parte escrita en uno de sus discípulos. Se trata de Roy Thomas, como no, que sustituirá a The Man durante unos pocos números.
Al lado de obras maestras como la muerte del Capitán Stacy o el arco de las drogas, la saga parece menor. Pero eso no quita que estemos ante otra gran trama provista de los muchos de los ingredientes que hacen grande a esta serie.
Por encima de aspectos más dudosos, como que Peter se beba un suero sin haberlo probado antes, el arco tiene de todo. Ante todo, está la presentación de Morbius, otro de los grandes personajes surgidos de la colección. Evidentemente, también el drama de Peter al brotarle cuatro brazos extra y las consecuencias desastrosas que semejante incidente pueden suponer para su vida privada. Así como esa brutal pelea entre Morbius y el Lagarto con el Spiderman de seis brazos en medio.
Y por encima de todo, un número final grandioso, con origen de Morbius incluido.
Como anécdota, Gil Kane se olvida de dibujar los cuatro brazos extra en una viñeta. La verdad es que canta un poco.
Llega el turno de la saga en la Tierra Salvaje, creo que una de las más divertidas de esta época.
El inicio ya es genial. Con la paradoja de J. Jonah Jameson señalando a la TV como principal responsable de las bajas ventas de su periódico, justo cuando contempla en la odiada pantalla la noticia que salvará al Bugle.
Mochilas a la espalda y expedición a la Tierra Salvaje formada por el propio Jameson, Peter y Gwen, en busca de un enorme monstruo. La aventura parece en parte inspirada en el mito de King Kong, con Jameson haciendo el papel del ambicioso cineasta, aquí reportero, que pone su propósito por delante de la integridad de la expedición.
La decisiva participación de Kraven y Ka-Zar, y de un Spiderman a riesgo de exponerse delante de Gwen o Jonah, ponen la rúbrica a esta aventura tan entretenida.
Lástima que el entintado de Frank Giacoia no hace justicia a los lápices de Gil Kane. Esos acabados en las expresiones faciales nunca me han convencido.
Stan Lee se pone a los guiones de nuevo para las siguientes líneas argumentales. Stan recupera a John Romita como dibujante a lápiz, de manera que volvemos a tener el mismo equipo creativo que sustituyó al clásico Lee-Ditko durante varios años.
Abren fuego con un nuevo enfrentamiento a Smythe y ya su tercer Mataarañas. Esta vez convertido en un robot de apariencia arañil. Después de servirse de un Jameson cegado por su odio a Spiderman, el villano traza un ingenioso plan criminal junto a los capos del crimen de la ciudad. Me parece otro magnífico arco, en el que los autores sacan a colación la problemática sobre el derecho a la intimidad ciudadana. Una intimidad quebrantada por las cámaras instaladas por la policía por toda la ciudad.
Uno de los grandes aciertos de esta colección está, no sólo en los continuos problemas de índole personal que debe vivir Peter Parker, sino que el plantel de secundarios no son un mero adorno y sus dramas personales también pueden tomar protagonismo.
Tras la grave situación de Harry Osborn, a quien, por cierto, le preparan una fiesta de bienvenida tras salir del hospital, es Flash Thompson quien ocupa ahora nuestro centro de atención.
Un Flash que regresa de la guerra del Vietnam un tanto cambiado, y se trae consigo las consecuencias de un lance en el que se vio envuelto.
Se trata de una notable historia de base dramática muy bien resuelta, que tiene su origen en una especie de templo budista. Esta vez sin adversarios enfundados en mallas y con el Doctor Extraño como pertinente invitado.
Gerry Conway toma el testigo. Y todo sigue igual… de bien.El arco de presentación de un nuevo villano llamado el Gibón, marca el adiós “definitivo” de Stan Lee, y la entrada a escena de Gerry Conway.
Poco que decir en lo que no es más que un villano de tercera fila. Un pobre diablo influenciable que se deja manipular por Kraven.
Nada cambia en lo referente a los problemas del entorno de Peter Parker. Esta vez nuestro protagonista debe ir en busca de su tía, que desaparece voluntariamente al sentirse un estorbo.
Bajo este estado de ánimo de Peter, sumido en la desesperación y bajo los efectos del insomnio, empieza una de las sagas indispensables de este tomo y de la historia del Spiderman clásico. La batalla entre bandas lideradas por el Doctor Octopus y Cabeza de Martillo.
Una nueva lección de dinamismo narrativo y momentos inolvidables por parte de Conway y Romita.
Una historia de una úlcera, de una máscara expuesta en el despacho de Jameson, de otra máscara con agujeros en los ojos, de un exoesqueleto amplificador muscular, de Tía May armada con una pistola y sobre todo de una salvaje lucha por la cima del crimen en Manhattan.
Si la primera lucha entre Spidey y Octopus es de las que casi crees ver a los personajes salir de sus propias viñetas, la bestial batalla del último número entre todas las partes, es de lo más violento que se podía encontrar en estos años.
Cabeza de Martillo es un nuevo villano creado por un tipo del que volveremos a oír hablar: Jonas Harrow. Para mí otro gran personaje que se suma a la ya brillante galería de villanos del lanzarredes. Y su interacción con Octopus es una de las mejores ideas de esta etapa de la colección.
No creo que exista demasiada diferencia entre el trabajo de Gerry Conway y el de su antecesor Stan Lee. Creo que Conway sigue perfectamente la estela marcada por aquel, aunque quizás va un paso más allá dotando de una mayor verosimilitud a sus guiones y entrando en terrenos más dramáticos.
En este punto, los editores decidieron insertar una historia ya anteriormente publicada en el magazine Spectacular Spider-Man, en su primer número, en blanco y negro. Quizás en plena resaca del caso Watergate pensaron que era buena idea recuperar este arco en que un político “corrupto” toma protagonismo.
La historia está reconstruida añadiendo nuevas páginas y viñetas y modificando otras en las que anteriormente aparecía en Capitán Stacy y otros personajes fuera de actualidad. Además del pertinente coloreado.
La historia está muy bien, pero se notan algunas costuras. No se puede evitar la sensación de que es “de otra época”, además de algunas situaciones que chocan, como ver a Harry y Mary Jane demasiado juntos.
Antes del gran momento de la colección tenemos un aperitivo en que Spiderman se enfrenta a Hulk en Montreal. Una aventura que está muy bien, llena de intriga y con una espectacular lucha entre ambos personajes. Momento en que vuelve Gil Kane para ocuparse de los lápices, de nuevo con John Romita a las tintas. El mejor equipo para lo que nos viene ahora.
No creo que hagan falta muchas presentaciones. Harry vuelve a caer en las drogas, circunstancia que tiene como consecuencia que vuelvan los recuerdos de su padre como su alter ego, el siniestro Duende Verde. El arco termina de la forma más dramática, con la muerte de Gwen.
En fin, una obra maestra a calificar sin contemplaciones. Desde la forma como está construida, breve per concisa, hasta el ingenioso desenlace para el Duende. Pasando por el papelazo de Harry o la reacción colérica y vengativa de Peter, que me parece la precisa y natural. Sin olvidarnos de esa conmovedora escena final con Mary Jane, que es una puerta abierta al futuro. O incluso el misterioso personaje que hace desaparecer el uniforme del villano.
El último número incluido en el presente volumen personifica el duelo por la desgraciada pérdida. A la vez que representa un interesante epílogo a la saga, con Power Man como invitado y Jonah haciendo el ridículo por enésima vez.
Conclusión.El Duende Verde y el Doctor Octopus vuelven a protagonizar las dos sagas maestras del volumen, como ya hicieran lo propio en anteriores tomos.
Pero no sólo es por estos dos arcos, sino por el conjunto, que debemos hablar de otro volumen recopilatorio totalmente imprescindible del arácnido. Y van seis.
Los autores, impecables. Ya sean los Lee, Thomas y Conway a los guiones, o los Romita y Kane a los lápices. Glorioso.