Marvels no tiene mucha historia.
Fue publicado en una época en que una enorme cantidad del material y casi todo el talante artístico de la editorial era absolutamente lamentable. Ahora resulta fácil rescatar frikadas de debajo de las piedras de aquellos años y decir que los 90s no estuvieron "tan" mal, pero vivirlos en primera línea con determinada edad (escasa, como para no poder comprar mucho y sin gran conocimiento de lo que se publicaba) fue algo muy distinto.
Marvels es un cómic clasicista y conservador con un guión sencillo que homenajea a los clásicos de Marvel y bebe indisimuladamente de los mismos para construir su propuesta.
Además, supuso la impresionante carta de presentación de Alex Ross como gran novedad en el medio (al menos así lo recuerdo) y buque insignia de la obra, un aspecto que no ha perdido ni un ápice de magnificencia.
Si encima podías (y puedes) leerla y disfrutarla sin haber leído necesariamente los comics referenciados, como resumen de la grandeza que le suponiamos (era la época pre-Bibliotecas Marvel) a un pasado glorioso de la editorial que muchos no habíamos leído realmente de primera mano, teníamos (y tenemos) un magnífico portal al pasado de la mano de una correcta historia por sí misma que no es más que él Mcguffin del que se sirvió Busiek para rememorar los clásicos.
Marvels no tiene, por lo tanto, mucha historia. Sólo cuenta con unos pocos y efectivos ingredientes, sabiamente dosificados. Para mí es uno de los mejores comics Marvel de los últimos 30 años con, precisamente La Visión y El Hombre Sin Miedo.
Hay que leerla (Vaerun, manolof, Mc Carnigan...), aunque no todo el mundo querrá o necesitará hacerlo en esta nueva versión que Essex patrocina, ya que la obra cuenta con varias ediciones anteriores más económicas.