La verdad es que es sorprendente el aspecto tan bonito que tienen estos tomos con tebeos que originalmente estuvieron destinados al más económico de los formatos (cuadernillo con papel de pulpa, llenos de publicidad, y color muy deficiente en cuatricomía). Con unos plazos de producción infernales de apenas 30 días donde los dibujantes hacían lo que podían para entregar a tiempo.
Y resulta que con un formato elegante, tapa dura, buen papel y color remasterizado, su aspecto final es, en muchos casos, mucho mejor que el de álbumes europeos que fueron diseñados específicamente para un formato lujoso y con plazos de producción a veces incluso superiores a 1 año.