He leído
Batman: Detective Comics Nº 4.
Retomo la lectura de la serie tras mi
anterior comentario.
Otro tomo interesante en el que sigue destacando la labor de james Tynion IV, que no solo demuestra haber aprendido mucho bajo la tutela de Scott Snyder, sino que me atrevería que ha superado al maestro, construyendo argumentos que giran en torno a los protagonistas, de manera que su percepción sobre el Universo del murciélago es una de las más acertadas que he leído en los últimos años. Un escritor de oficio, que trabaja bien en la distancias cortas y que está consiguiendo que disfrute mucho de la lectura de esta serie. En el apartado gráfico seguimos con Álvaro Martínez, que me ha está gustando bastante, realizando una interesante simbiosis con la propuesta del guionista. Quizás peca de ser demasiado espectacular y su narrativa no es todo lo fluida que tendría que ser en algunas composiciones de páginas, pero en líneas generales encuentra cierto equilibrio y no está nada mal. También tenemos a ben Oliver en la segunda parte de esta entrega, con un estilo más pictórico, muy propio para la gran protagonista de esta historia, Batwoman, al estilo que de alguna forma perpetuará para el personaje y su debut J.H. Williams III, sin llegar al nivel de este artista, todo hay que decirlo. No obstante, tampoco es un mal trabajo. Desde luego, es una serie muy completa artísticamente hablando.
Los dos primeros números americanos de esta entrega sirven para concluir la saga protagonizada por el Sindicato de Víctimas. Aunque quizá debería haber leído el final de la saga con menos tiempo de diferencia entre el último número y este, debo decir que no me he sentido particularmente desorientado. me han gustado sobretodo varios aspectos referentes a los protagonistas, principalmente con Spoiler, que es quien sufre más de cerca todo el tema de Tim
Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
Pero más allá del giro final de los acontecimientos, algo inesperado, y también en parte un poco predecible, lo que más me ha gustado es ver la influencia de Tim en Batman poco antes de fundar este grupo, ejerciendo ese papel de figura de luz frente a la oscuridad habitual de Batman. Y es que no me cabe la menor duda que Tynion conoce bien a los personajes y como hacerlos interactuar. esa visión de un mundo mejor, llevando la misión de Batman hacia aspectos más luminosos es el paradigma delo que debe aportar un Robin al Caballero Oscuro. Es esa perfecta dicotomía entre la luz y la oscuridad que proviene de la esencia de ambos conceptos. Después está esa forma en que cada uno de los miembros del equipo vence a sus oponentes, casi en un
tour de force que supone más un momento de superación para sí mismos que la victoria de un superhéroe contra un villano. Conceptos muy inteligentes e interesantes los que plantea Tynion aquí, en un intento por profundizar aún más si cabe en esta estrambótica reunión alrededor de Batman, pero que ha conseguido que funcione tan bien. Una buena historia, que es una pena que haya quedado cortada por este tipo de publicación bimestral, con un número determinado de episodios, dando una mayor importancia la número de páginas que al contenido. Aunque la cadencia es menor que la anterior de este formato, sigo prefiriendo que se intente en la medida de lo posible incluir arcos completos. Un aspecto que se podría copiar del tomito de Spiderman, el único, posiblemente.
Afortunadamente, la segunda parte de este tomito incluye una línea argumental completa que consta de solo dos episodios americanos. En esta ocasión, Tynion deja a un lado el aspecto coral de la cabecera para centrarse en Batwoman. Hay muchos aspectos interesantes que destacar aquí. El escritor sabe aprovechar bien el número de páginas de una grapa incluyendo mucha información. Tenemos también el regreso de la Colmena, así como algunas consecuencias de el
crossover de los Hombres Monstruo de Hugo Strange, que se combina con una profunda exploración de Kate, alternando presente y pasado. Es importante destacar sus diferencias con Batman, como esa visión de una guerra que librara, al estilo Frank Castle, ligeramente diferente a la búsqueda de justicia de Bruce. De ese modo, esas diferencias se ven reflejadas sobre todo al principio de sus relación, o a esa influencia militar de su padre, cuya relación ha tomado un cariz diferente, casi cercano al de Hannibal Lecter y Clarice Starling en El silencio de los corderos, por el
quid pro quo principalmente. Pero principalmente, esta historia transmite la sensación de un nuevo principio para Batwoman, que no solo es la líder del grupo, sino también es alguien que se ha ganado el respeto de Batman forjándose su propio
status quo de colaboradora independiente, con sus propias inquietudes y luchas que librar. Un tebeo muy feminista, pero sin excesos y enarbolando una feminidad sin grandes alardes y con muy buen gusto. Me gusta mucho esta serie, a ver si me leo el siguiente número pronto.