De Parentesco , adaptado a novela gráfica por Damian Duffy y John Jennings de la novela de Octavia E. Butler.
"Hizo sonar el látigo en el aire una vez, aparentemente por diversión propia. Después lo descargó sobre la espalda del hombre negro. El cuerpo del hombre convulsionaba, pero lo único que salió de su boca fue un grito ahogado. Recibió varios latigazos más sin gritar pero se podía oír su respitación fuerte y rápida. Entonces su fortaleza se quebró. De su boca salían gemidos de dolor desde las entrañas que se le escapaban contra su voluntad. Hasta que empezó a gritar. Podía oler su sudor, literalmente, oír cada respiración desgarrada, cada grito, cada corte del látigo. Gritaba y suplicaba sin parar. Luego los gritos cesaron".