El tomo de The Nam es una maravilla. Pero una maravilla de verdad, tanto por la estructura de la obra, como por su honestidad (digo yo, vaya, que para eso el autor estuvo en la guerra), como por el dibujo.
Por ponerle una pega, que la hay, el tomo debería haber comprendido la primera docena de números, que forman el arco completo del primer año. Pero eso es una pifia de los chicos de Marvel que, por motivos que se me escapan, han optado por recopilar la serie en tomos de diez números.
En cualquier caso, la reedición de esta obra es un puntazo que ha pasado más desapercibido de lo que, creo, debería.