He leído
Essentials JLA: Élites Nº 2.
Continúo la lectura de esta serie tras mi
anterior comentario.
Si el anterior volumen de la colección supuso tanto una perfecta carta de presentación de los nuevos autores como una oportunidad autoconclusiva de darle una oportunidad a esta etapa, sin dejar demasiados cabos sueltos, en esta ocasión entramos de lleno en unos números que expresan muy bien el concepto de serie regular. Y no solo eso, también tenemos una forma a caballo entre lo moderno y lo clásico de hacer tebeos, en la que prima el tratamiento y desarrollo de los personajes, siendo estos la base sobre la que construir historias. A lo largo de 6 números, Kelly comienza a fundamentar una interesante dinámica entre los componentes de la JLA, de manera que cada uno tiene un rol establecido dentro de la formación. Cabe destacar la relación entra Batman y Wonder Woman, una pareja que creo que funciona bastante bien y que ofrece un contrapunto interesante a la siempre esperada de Diana con Superman, que actualmente han decidido explorar con mayor intensidad. Aunque la cuestión no pasa de meras insinuaciones y a través de los diálogos, una de las grandes facetas del guionista, no deja de ser interesante que se salga del cliché, aunque creo recordar que otros autores hicieron algo al respecto. No es especialmente novedoso, pero es un ejemplo de como Kelly utiliza a los personajes para ir desarrollando pequeñas subtramas que dotan a las historias de cierto carácter humano. Prácticamente podríamos decir que estamos ante la fórmula que tan bine funcionó en los Vengadores durante décadas, pero trasladado al Universo DC y su principal grupo de superhéroes: la Liga de la Justicia. A mí personalmente me encanta y disfruto mucho con este planteamiento de Kelly, algo que esperaba en la etapa de Geoff Johns al frente de la colección, sobre todo viendo sus precedentes en la JSA, pero que al final estuvo muy alejado de aquello que yo presumía que debía ser una colección de la JLA. El trabajo de Kelly es lo que yo quiero leer en un título como este y, a pesar del hándicap que tenía de entrada, hace un trabajo fenomenal, realizando un puñado de tebeos propios del género, pero con grandes dosis de entretenimiento, tramas bien elaboradas y un buen tratamiento de los personajes. Si durante toda su etapa sigue a este nivel, creo que me lo voy a pasar francamente bien.
Como decía la principio, el primer tomo tiene una estructura marcada por el contenido autoconclusivo, mientras que este explora el concepto básico de serie regular. Tenemos una trama principal, la cual tiene ciertas ramificaciones creando diferentes subtramas, aunque destacan con fuerzas dos argumentos paralelos que diferencian a la JLA actual de una nueva formación que ser reunirá como sustituta, tras su desaparición. Otro dato a tener en cuenta es la utilización de los personajes y su entorno como base de las historias, así como la conexión con la actualidad del Universo DC de aquel momento. De hecho, la aventura arranca sobre la desaparición de Aquaman y la repercusión que ello tiene en Atlantis. A esto hay que sumarle la llegada de una especia de dios mesoamericano del pasado, que convierte a la JLA en su objetivo, considerándola culpable de un futuro apocalíptico. De ese modo, se introduce a la ecuación los viajes en el tiempo, las paradojas temporales y un elaborada historia que crea ciertos nexos de unión con la saga del lazo de Diana, que pudimos ver en el volumen anterior. Lo que parecía ser algo aislado comienza a cobrar un sentido diferente, formando parte de un tapiz mayor en el orden de los argumentos que está construyendo Joe Kelly en esta colección.
El desconocido paradero de Arthur, su viejo amigo, será e detonante de un viaje al pasado en el que se verán en una remota época donde hubo superhéroes, además de ciertos adelantos tecnológico que se han perdido en el albor de los tiempos. La JLA dejará de ser una fuerza del bien para pasar a convertirse ne un objetivo de aquellos que lo culpan de hechos que aún no han sucedido. Magia, ciencia, mitología y un buen número de elementos se reúnen en una trama que condensa muy bien la acción con el desarrollo de los argumentos. A su vez, Kelly construye una nueva JLA en el tiempo presente,
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Si con los protagonistas habituales teníamos una dinámica interesante, con este nuevo giro nos encontramos un grupo nuevo, lleno de viejos conocidos, antiguos villanos y alguna creación de nuevo cuño, destacando especialmente el líder elegido, alguien tan inesperado como probable, teniendo en cuenta quien es el que lo organiza todo. A partir de ese momento, tenemos dos líneas argumentales perfectamente diferenciadas, separadas por una línea temporal, en la que se construye una trama de mimbres épicos, pero creando un importante nexo con la mitología, así como con la vertiente mágica del Universo DC, la cual juega un papel muy importante en esta fase de la etapa de Joe Kelly. Personajes como Zatanna o Jason Blood pasan a primera línea, siendo muy interesante el papel de éste último, predominando su faceta humana sobre la, podríamos decir, "infernal".
En el apartado gráfico continúa Doug Manhke, pero también se incorpora Yvel Guichet, un dibujante que a mí me ha gustado bastante, aunque muestra los mismos signos de inestabilidad que Mahnke. Sinceramente, la parte artística de este inicio de etapa me parece muy justita. Tampoco creo que sea mala, sino que es muy funcional. hay una buena narrativa, ninguno de los dos lo hacen nada mal, pero su trabajo no es todo lo sólido que uno se espera en un título tan importante como este. No obstante, debo reconocer que se adapta muy bien la tono marcado por Kelly, que combina un aire desenfadado y cierta dosis de humor en los diálogos cuando corresponde, sirviendo de bálsamo a otros momentos de tensión y con un ritmo vertiginoso. Quizá la única pega es que en el planteamiento de la trama hay ciertos momentos que me parecen un poco acelerados, dando lugar a una situación algo precipitada, como si hubiese prisa por llegar, sin tener muy en cuenta que debe haber una línea de acontecimientos. Afortunadamente es algo muy puntual y esa sensación desaparece pronto en cuanto se deja claro cuales son los escenarios y la dinámica del argumento. No obstante, creo que falla un poco la narrativa, a nivel de guión, en los primeros compases de una saga que parece que va a ser larga.
En definitiva, un segundo tomo en el que vemos a Kelly poner toda la carne en el asado apostando fuerte por una fórmula de historia-río en la que aparecen muchos personajes, dotando al título de un aspecto aún más coral si cabe, obteniendo como resultado el ejemplo perfecto de aquello que un lector debería esperar cuando compra la serie de la JLA.