Día 270: Classic X-Men vol. 1 #22. Junio de 1988
Banda sonora: seguimos con versiones de canciones de los años 70 hechas en los 80. En esta ocasión, otro icono como fue "Bette Davis Eyes" de Kim Carnes, a partir de la original, muy muy diferente, de Jackie DeShannon (1974)
https://www.youtube.com/watch?v=EPOIS5taqA8
Créditos: Chris Claremont (guion); John Bolton, (dibujo, tinta); Kieron Dwyer (dibujo); Terry Austin (tinta); Tom Orzechowski (rotulación); Glynis Oliver (color).
Portada de Arthur Adams.
Vamos a reseñar esta historia rara, rara, rara, que Claremont se sacó de la manga para poner a nuestra querida Tormentita en una extraña dimensión a la que accede desde un lago de la Tierra Salvaje. Hay que recordar que, según UXM #116, la Patrulla-X tardó varias semanas en irse de la Tierra Salvaje, tras derrotar a Garokk. Por eso, no hay que extrañarse cuando vemos que la Patrulla-X lee una misiva dejada por Ororo, donde les dice que volverá en unos días.
Necesita estar un tiempo sola y demás. Cíclope, convencido por Lobezno, decide desoír las reservas de Ka-Zar sobre los peligros de la Tierra Salvaje y darle su espacio a 'Ro. Esta página, por cierto, no aparece en mi tomito de Las Historias Jamás Contadas. ¿Os sale en el OG?
Sea como sea, Tormenta se está zambullendo en el lago, algo que ya le hemos visto hacer muy a su gusto en anteriores entregas, cuando ve un bicho con pinta de gavial gigante, que arrastra a las profundidades a dos figuras, una agarrada al arpón que parece le ha clavado al animal.
El saurio se adentra más y más en las profundidades, lo que amenaza con ahogar a Tormenta y a la mujer atrapada por su propio arpón. Tormenta corta la cuerda que ata a la mujer al arpón, de forma que puede liberarse.
Extrañamente, Ororo observa que están yendo en realidad hacia la superficie, pese a que parecía lo contrario. Aprovechando que están ya fuera del agua, la diosa del clima convoca un rayo que abate al saurio, pero también la alcanza a ella, dejándola K.O. Esta parte de cómo el bicho va para arriba y luego para abajo me resulta algo confusa.
Ororo, en su inconsciencia, tiene unas pesadillas en las que ve cómo pierde a su madre, consumida por el fuego, mientras es perseguida por el esqueleto del dinosaurio. Una mano le ofrece la salvación, y ella la toma. Cuando despierta, lo hace en un barco.
Un barco que surca las estrellas

. La mano salvadora resulta ser la de la mujer a la que Tormenta rescató, y que se llama M'rin. ¿Cómo ha llegado ahí? Al parecer, el lago era una especie de portal donde se difuminan las fronteras entre distintas dimensiones.
Tormenta se lanza sin pensarlo a navegar por las estrellas. Y, pasmosamente, el navío resulta estar apoyado en el lomo de una especie de perro gigante llamado C'jime. Y aunque no es muy amigo de hablar, ahora lo hace. Le ha caído en gracia a nuestra amazona de los vientos.
A medida que pasan los días, Tormenta parece avenirse muy bien con M'Rin, quien a ratos parece desempeñar una función de madre adoptiva con Ororo. Pero es una madre bastante guerrera, quien surca las estrellas derrotando huestes enemigas.
Esta parte de la historia es curiosa, porque Ororo parece colaborar con la matanza de enemigos, por muy justa que sea M'Rin. Y anteriormente, al sumergirse en el lago, valora su compromiso de no tomar ninguna vida. Parece haber un influjo extraño y onírico en toda esa historia. Tormenta busca a M'rin, pero encuentra sus aposentos vacíos. Y entonces se fija en una estatua de M'rin junto a una hija. Definitivamente, la mujer parce querer a Ororo como una hija adoptiva, como le confiesa a C'jime. Pero Tormenta tiene otros planes, obviamente.
Tormenta se debate entre lo que desea y lo que debe hacer. Desea quedarse junto a M'rin, pero sabe que tiene que volver a su mundo, y así lo pide entre lágrimas. Antes de despedirla, M'rin le regala un cristal vinculado con ella, por si desea volver.
Ese cristal le informara a Tormenta si se encuentra bien o mal. C'jime se dirige al portal para volver a Ororo a su dimensión, y así acaba esta aventura tan peculiar. Como digo, pasa todo como en una especie de ensueño, y no sabemos cuánto tiempo ha pasado realmente. Sí podemos decir que ha transcurrido el suficiente tiempo como para que Ororo llame "madre" a M'rin, pero también somos conscientes de que, en este plano, la personalidad de Ororo cambia, aceptando hacer la guerra junto a M'rin, quien persigue a su propia hija, que es su rival.
Este desarrollo me parece algo perturbador, siendo sincero, pero el tebeo me despierta mucha curiosidad. Apenas se explotó esta veta de M'rin y quedó como una anécdota. Que yo sepa, el personaje aparece en algún tebeo más y punto.
En cuanto a los añadidos a UXM #116, hay poquito que contar. Esta vez, Dwyer nos ofrece un par de páginas situadas después de que Lobezno convenciera a Zabú para volver a la aldea de Tongah a buscar refuerzos, pero de forma que se rompe la composición original de las viñetas.
Tras encaminarse a la ciudadela de Garokk, Claremont decidió añadir un poco de peligro al viaje hacia la fortaleza enemiga, para no hacerlo tan inmediato. Ororo, por ejemplo, advierte que una patrulla aérea se acerca, ocultando a sus amigos.
Además, 'Ro decide crear una niebla para que ella, Kurt y Logan puedan acercarse sin ser vistos al centinela que luego matará Lobezno. Es de estas cosas que tampoco añaden gran cosa al tebeo, pero cumplen con su función de colocar alguna amenaza en el viaje.
Y con esto, pues nos despedimos hasta mañana! O hasta más tarde, no sé. Descansen... por ahora.