He leído
All-Star Batman Nº 11-15.
Retomo la lectura de la serie tras mi
anterior comentario.
Con esto finalizamos una nueva serie regular protagonizada por el Caballero Oscuro, aunque en este tramo final podríamos decir que el gran protagonista es Alfred. Scott Snyder cierra la cabecera con una línea argumental que si bien es cierto que tiene algunos aspectos interesantes, tiene otros que no terminan de convencerme, ya que esa revisión que realiza de los personajes los convierte a lo ojos de los aficionados más veteranos en unos completos desconocidos. El dibujo corre a cargo de Rafael Alburquerque, siendo quizá el elemento más destacado de todos, con un artista que se maneja muy bien dentro del espionaje y la acción,. así como en la corrupción entre bandas y su nexo de unión con el género negro.
La historia gira en torno a un artefacto capaz de modificar células llamado el motor génesis, el cual está muy cotizado entre los gánsteres de la ciudad hasta que entra en juego un nuevo jugador, que resulta ser un viejo conocido de Alfred, de su etapa previa al servicio de los Wayne, en una rama secreta del MI5, el proyecto Némesis. Posiblemente lo más interesante sea el intento de profundizar en esa relación existente entre Alfred y Bruce, convertido en una figura paterna desde la tragedia que dejó huérfano al multimillonario, aunque también es cierto que al final y al cabo solo se queda en la superficie, abusando un poco en los cuadros de texto sobre ello. Esta relación paterno filial sirve también para establecer varios paralelismo con la infancia de Alfred, así como su experiencia en el proyecto Némesis donde ejerció el papel que ahora ocupa Batman. Todo esto está muy bien sobre el papel, pero una vez que se va desarrollando, comienzan a surgir las fisuras, debido principalmente a que Snyder desvirtúa a los protagonistas para que encajen en su propuesta, algo muy habitual en el guionista. Y es que Alfred pudo tener una experiencia más amplia como soldado en su época de juventud, lo cual no me parece mal que se explore, pero está lejos de haber sido la única influencia en el entrenamiento de Bruce para convertirse en Batman. Esto provoca que muchos de los planteamientos de Snyder se vayan desmoronando o pierdan sus sentido de ser. Sobre todo con la entrada en escena de Briar, un personaje de su pasado, que se perfila como el mentor del mayordomo en el proyecto Némesis. Y es que aunque en los últimos tiempos Alfred haya sido una parte activa de la lucha contra el crimen de Batman, con formación militar y médica, está muy lejos de la figura de mentor que serviría de contraposición a la de Briar. En mi opinión, Snyder vuelve a intentar modelar a los personajes y su historia para obtener el objetivo deseado, llegando incluso a forzarlo todo con la sorpresa final, con la presencia de
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Por no mencionar toda la escena en la que
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A mí me ha chocado este desprecio por la identidad secreta del personaje. Aunque, por el contrario, me ha gustado la utilización de algunos elementos del género de la piratería.
Aunque tengo que admitir que la historia en sí mismo es entretenida y tiene sus momentos de tensión, no consigue impactar tanto porque resulta poco creíble esa reconstrucción del pasado o ese tratamiento de los personajes bajo una nueva perspectiva. Prácticamente se repite la historia de todo lo malo que ha hecho Snyder en Batman, con planteamientos pretenciosos, alteraciones de la historia que no conducen a ninguna parte y personajes que acaban convertidos en una antítesis de lo que conocemos. Si esto fuera una serie de Vertigo, o uno de esos títulos de Image tan boga actualmente quizá no habría nada que objetar, pero siendo una historia de Batman y Alfred, casi convertido en un nuevo Robin moderno, utilizando los medios típicos de las fuerzas especiales o similares, pues la verdad es que no me acaba de convencer. Desgraciadamente, un broche final de la cabecera algo amargo, a pesar de que ha dejado algunas historias buenas. Sigo pensando que si Snyder se dedica a contar historias sin remover el pasado obtiene mejores resultados, pero parece que todas sus inquietudes van por ese camino y el resultado final no es, en mi opinión, del todo óptimo, aunque ofrezca una lectura más o menos entretenida.
En este bloque se incluye una historia de complemento escrita por Rafael Alburquerque, dibujada por Sebastian Fumára, que casi parece un clon suyo. También parece que ha participado en el argumento Rafael Scavone, aunque creo que solo al principio. La trama se centra en la lucha contra el tráfico de armas que podría afectar a Gotham y su estabilidad en el poder de los bajos fondos, lo que lleva a Batman a infiltrase en una de las familias rusas que realizan estas transacciones, para evitar la mercancía llegue a su punto de destino. A mí me ha gustado bastante, creo que está incluso por encima de la historia principal, con cierto toque
noir y un dibujante que sabe captar el ambiente que necesita un relato de estas características, al estilo de Sean Phillips, por poner un ejemplo reconocible. Además, parece que es la carta de presentación de Vik, una asesina rusa que se incorpora a la cúpula criminal de Gotham y que si es utilizada podría dar mucho juego.
Con esto termina la serie que, siendo sinceros, no termino de entender cual era su objetivo, más allá de poner cuantos más títulos de Batman a la venta mejor, ofreciendo una sobredosis del personaje que aunque parezca que no suponga ninguna recaída de su fama y popularidad, en algunas ocasiones sí que cansa un poco. Sobre todo si es para que ciertos autores desvirtúen a los personajes solo para contar la historia que ellos quieren contar, sin importar todo el bagaje de los personajes y su rica historia. Y no hablo puramente de continuidad, sino de unos parámetros lógicos en el que los personajes sean reconocibles y no un producto que se acerque más a una realidad creada exprofeso que a otra cosa. En fin, ahora está con su saga del metal, por lo menos me ahorro de leerlo.
Por último, destacar un aspecto que me ha llamado la atención y que también comienza a resultar cansino. Se trata de esa sección de la cubierta que debería servir un poco de prólogo a la lectura, o ser utilizada para aspectos interesantes de la actualidad de DC relacionadas con la serie, pero que se ha convertido en un panfleto publicitario de ECC, anunciando a bombo y platillo todo tipo de cuestiones, además de ensalzar lo bien que hacen las cosas. Después de varios números me han entrado arcadas y me hace pensar muy mucho el continuar leyendo este tipo de textos, que además están clonados en muchas de sus publicaciones. Y yo que pensaba que esto sería un Spot On a lo DC... Por otra parte, "¿Sabías que..? mucho más escueto y en ocasiones interesante, queda relegado a un lugar semiescondido, que lo más seguro es que se te pase si lees varias grapas seguidas. Casi preferiría que utilizasen la cubierta interior a modo de publicidad, total, al fin y al cabo es lo que es.