He leído
Peter Parker: El espectacular Spiderman Nº 136.
Retomo la lectura de la serie tras mi
anterior comentario.
Continuamos con la recuperación del título escrito por Chip Zdarsky, que se mantiene en su línea insulsa y que no me dice gran cosa. Slott ha ido bajando mucho el ritmo y el entretenimiento, pero es que Chip ha comenzado directamente en la mediocridad, con una tremenda cercanía hacia el aburrimiento. Por otra parte, seguimos pagando una entrega a 6 euros con tres números americanos, y aunque se ha disminuido sustancialmente los contenidos, ofreciendo más historieta que otra cosa, lo que hace mucho era un formato económico ha dejado de serlo. La sección dedicada a Hembeck comienza a ser un poco pesada y sin demasiado interés por lo desfasado de sus textos en lo referente a la vida del trepamuros, que en esta ocasión se lo dedica a las 25 mujeres más importantes de su vida. Sinceramente, no sé a quién le interesan este tipo de listados. A mí no, desde luego. Hasta el
Spot On me empieza a resultar cargante y sin demasiado interés. Una pena, porque siempre me parecían interesantes los aportes de Clemente.
Desgraciadamente, seguimos con los aspectos negativos de este número, comenzando por la parte gráfica, en manos de un Adam Kubert en muy baja forma. Con lo que he disfrutado yo con este autor, cuyo trazo siempre me ha gustado mucho, me encuentro un trabajo en el que el artista está irreconocible. Salvo casos puntuales, está muy cercano al horror. Ni siquiera la presencia puntual de Michael Welsh, con un estilo a caballo entre Marcos Martín y Michael Gaydos o similares. Mejora un poco lo que hace Kubert, pero tampoco es que suba el nivel una barbaridad. Es curioso como el personaje no está teniendo mucha suerte en el apartado gráfico, ni siquiera con la presencia de Immonen, que a pesar de su talento y calidad, tampoco está dando la talla en mi opinión.
Para darle la puntilla al contenido de esta entrega, tenemos un argumento de Zdarsky que comienza a mostrar signos de agotamiento, con toda esa persecución, el enfrentamiento con viejos villanos como el Chapucero y el Buitre, así como una trama de conspiración que implica a Shield y que podría desestabilizar la comunidad heroica del Universo Marvel. El tema ya de por sí está bastante manido, pero es que la forma de desarrollarlo me está pareciendo poco atractiva. En algún momento se me ha escapado un bostezo incluso, y es que no consigue atraer mi atención, y mucho menos mi interés. A pesar de haber recuperado a cierto personaje que en su día me pareció interesante, y que no me disgusta su recuperación, tampoco se está haciendo demasiado con él, que al final queda reducido a una nueva dama en apuros, por muchos artilugios superheroicos que se ponga. Quizá lo del
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es quizá lo más interesante, pero también me parece una aportación muy cogida por los pelos. No me termina de convencer este guionista, cuyos conceptos o no son originales, o no es capaz de mostrar frescura y solidez en sus tramas, que tras seis números parecen alargadas en exceso; una sensación que irá en aumento, ya que le mes que viene regresa la cabecera compartida con Wade Wilson.
Siguiendo la línea de despropósitos, tenemos una entrevista de Jameson con Spiderman, a colación de todo el tema de la compañera ocasional del arácnido que tiene un buen planteamiento, dejando ciertas reflexiones interesantes sobre lo que significa ser un superhéroe y todo el tema de la identidad secreta, así como un análisis a la enemistad del antiguo editor del Bugle y el trepamuros. No obstante, el guionista comete el error garrafal de abrir el corazón de Jameson obviando las razones que exponía durante la etapa de Ditko, que es capital para entender lo compleja de esta relación de amor y odio. Zdarsky se saca de la manga sus propios motivos, que podrían ser coherentes, pero que realmente no lo son a poco que conozcas al personaje. Y para rematar,
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Esto es lo pero de todo, ya que me deja la sensación que no sabe como levantar la trama si no es con un golpe de efecto como este. Falta ver como lo desarrolla, pero ya de entrada me parece una mala decisión, a tenor de como está llevando la dirección de esta serie, cuyos secundarios tienen ese protagonismo que nos han vendido, pero más como telón de fondo que otra cosa, y en ocasiones cuesta reconocer a los personajes, y no me refiero precisamente al dibujo de Kubert, que también. De hecho, el tomo concluye con una historia protagonizada por la Viuda negra, que tampoco tiene demasiado sentido como se comporta Natasha.
En definitiva, un comienzo de colección que a pesar de que no esperaba nada de ella me ha decepcionado bastante, tanto por el trabajo del guionista en general, como el resultado de su planteamiento. Además, la marcha de Ramos parecía que nos liberaba de soportar malos dibujos, pero no me esperaba seguir sufriendo con otros que me han hecho disfrutar antes. Espero que el próximo mes la cosa cambie, porque ya van demasiado números en los que uno empieza a plantearse para qué sigue leyendo a Spiderman...