Es un buen cierre, pero no es desgraciadamente ni un cómic destacable al nivel de la colección ni al nivel de otros cómics de esta época. Tiene mucho de trámite, con salidas de tono brutales y bastante innecesarias y algunos momentos y frases por otro lado verdaderamente lúcidos.
El resultado está muy deslucido, pero de todos modos Bagley cumple muy bien. Frente a otros dibujantes con más dominio para el dibujo, etc., Bagley es claro en la lectura, dinámico y espectacular.