Esta vez vuelvo en un intervalo mucho menor porque me ha dado lugar a terminar la serie de Jack of Fables. Ahora voy a eso.
En la serie principal un periplo cada vez más cansino me lleva por la idea de Rose de montar un chiringuito artúrico mientras su hermana tiene que afrontar un duelo familiar de aquella manera. Lo primero me despierta el mismo interés que un Madrid-Barça, que en mi caso en cero patatero. Y lo segundo, yo qué sé, no quiero entrar en detalles reveladores, pero para la hostia que se ha pegao la familia lupina, poca chicha dramática veo yo ahí. Casi ninguna vamos. En el caso concreto de uno de los miembros que se sacrificó en pos de un bla, bla, bla... hostia, al pobre no le echan ni puto caso. Vaya gente desagradecida.
Y a lo que iba. Jack. Joder. Vaya manera de cerrar una serie. Me gustaría saber qué se le pasaba por la cabeza a autores y editores meses antes de darle carpetazo. Me imagino que sería algo como "estas ventas son insostenibles". No digo que no hubiera plan, pero este parece que es: "tío, acaba esto cuanto antes, mételo en una caja fuerte y échalo a la fosa de las Marianas". Mira que aún le aprecio el chiste suelto aquí y allá, pero es de los finales más insulsos, intrascendentes y anticlimáticos que recuerdo. Si a eso le añadimos que la serie llevaba ya un buen puñado de números que había perdido frescura... no me extraña que no se la recuerde con especial estima. Claramente de más al nadismo absoluto es la tendencia.
En fin. Ya va quedando menos.