Hay una pega (que no es pega, a ver) que me lleva tiempo rondando la cabeza. Sandman es una obra cojonuda, muy literaria, muy bien pensada e hilada y que te hace sentir guay mientras la lees, porque sabes que no todo el mundo tiene tan buen gusto como para acercarse y disfrutar de ella.
Bingo, y por esto es de las pocas obras de Marvel o DC que leería el gafapasta medio. Y el gafapasta medio la mayor parte de las veces se centra más en el que diran cuando postee su foto en facebook leyendo un tebeo que en el tebeo en si.
A mi Sandman me da la misma sensación que me dan los últimos discos de WIlco. Sí, están bien, pero son ejercicios onanistas para modernillos, con múltiples referencias a la música de raices americana pero que musicalmente son muy inferiores a los primeros (en los que se dedicaban a escribir canciones y punto).
A mi Gaiman deja de apasionarme cuando deja de escribir tebeos de terror (que lo hacía, y muy bien). Luego me gusta, pero menos.