La mini-serie noventera olvidada de la semana es:
Team 7 (X/94-II/95)
Dixon&Wiesenfeld. Serie limitada de 4 [WildStorm]
En este caso no creo que sea una serie olvidada, pues su importancia en el universo WildStorm hace que haya corrido algo de mejor suerte que sus coetáneas. Solo algo mejor.
O mejor dicho, lo que se narra en ella no ha caído en el olvido, ya que en los comics del universo WS siempre se hace referencia a estos hechos; porque lo que es la miniserie en sí, creo que esto no se ha reeditado ni en USA ni en España desde que salió en 1955.
Hace unos meses, leyendo en el club de lectura del sr. Lee
Point Blank como previa de Sleeper, me puse a sacar referencias de la obra al universo WildStorm, y en cada párrafo del primer número, salía a relucir la combinación “Team 7”. Y acababa las referencias con esta frase:
Esta serie , escrita por Chuck Dixon e ilustrada por Aron Wiesenfeld, y a la que yo tengo mucho cariño y a la que me toca relectura tras muuuchos años sin leerla, fue seminal a la hora de vertebrar el universo WildStorm, pues sus miembros fomarían parte de los principales grupos del sello: WildC.A.T.s (Cole Cash/Grifter), Stormwatch (Marc Slayton/Backash), Gen13 (John Lynch), WetWorks (Jackson Dane) y Deathblow su serie propia.
Y aquí estamos, que de ponerme a rebuscar entonces entre las cajas de comics viejos este tomo para volver a leerlo, salió este hilo tan bizarro.
Qué recuerdo de esta historia antes de releerla:
[peligro: batallitas del abuelo]
Tendría yo 15 años, y llevaría unos 3 coleccionando comics de manera regular y compulsiva, es decir, que compraba todo lo que Forum sacaba de mutantes. Supongo que ya habrían caído en mis manos los primeros números de WildC.A.T.s y StormWatch, pero vamos, a parte de en el color y el papel, tampoco se diferenciaban tanto. Y por aquel entonces ni sabía que existía la línea Vertigo, pues aún no había descubierto Taj Mahal, y a mi quiosco llegaba lo que llegaba. Y yo pensaba, ingenuo de mí, que eso era todo lo que existía. Y era feliz.
Recuerdo descubrir este tomo y el de “The Kindred” en el quiosco que había a la entrada de un cine en el centro de mi ciudad (ahora un Mango), y llevármelo para casa, extrañado por el formato. Puede que fuera de los primeros tomos no retapados que me comprara.
Y me voló la cabeza. Había malos, malo, no de opereta, sino hijos de puta que experimentaban con sus propios compañeros, y consecuencias, con gente arrancándose los ojos o volándose la cabeza por no poder soportar el dolor. Y había un personaje, solo uno, Cole Cash, antes de convertirse en Grifter, el más poochie de todos los poochies en los WildC.AT.s, que mantenía la integridad y la justicia sobre el deber.
Lo que más me fastidia, es que esta mini merecería una reseña seria y sesuda, o al menos, mejor escrita. Pero es lo que hay.
Team 7 #01-04 - Dixon&Wiesenfeld :
Comenzamos con un asalto a una base terrorista en Oriente Medio, donde vemos al Team 7, un equipo de operaciones espaciales del gobierno americano, actuar como una perfecta máquina militar.
Sin embargo, algo ha fallado en la información que tenían y una misión de rescate se convierte en una trampa mortal, cuya única salida consiste en hacer que vuelen el edificio sobre ellos, resguardándose del impacto en un sótano, mientras todos sus enemigos son destruidos.
De vuelta en los usa, Lynch, el líder del Team 7 le pide explicaciones a Craven, su supervisor, por el fracaso de la misión. Este esquiva la pregunta, y le muestra una supuesta arma bioquímica en poder de una nación africana que han de ir a destruir.
El Team 7, reticente tras el ultimo fiasco, va al país, que está en plena guerra civil. Al llegar al supuesto laboratorio bioquímico, resulta ser una mera fábrica, en la que al entrar se activa un mecanismo oculto que detona el arma que iban a buscar.
El ejército de los USA va a rescatarles y se los lleva aislados en contenedores de riesgo biológico a su base, donde poco apoco van despertando y descubriendo que la exposición al arma les ha hecho desarrollar poderes psíquicos. Lo que a alguno de ellos los está llevando a la locura e incluso al suicidio.
Los miembros restantes, son reincorporados al ejecito, todos ellos con algún nivel de poder psíquico, excepto de Deathblow, que parece no haber desarrollado ninguno y se siente frustrado. De todos ellos, Grifter es el único que se ha dado cuenta que su exposición al agente bioquímico no fue un accidente, sino que su propia gente los expuso al mismo como conejillos de indias.
Poco a poco, los soldados se van acostumbrado a sus nuevos poderes, lo que hace que comiencen a abusar de ellos, y origina que cada vez haya peor ambiente entre ellos.
Deathblow es excluido del equipo por no tener poderes, y los 7 miembros restantes, son enviados a una misión para destruir un reactor nuclear de un país enemigo. Sin embargo, al llegar, ven que otra vez el objetivo no es el indicado, sino que es un monasterio copto. Cash y Lycnh se enfrentan en una pelea psíquica, en la que Cash sale vencedor, y exige a Craven que los saque de allí inmediatamente. Este les confirma que les manda un helicóptero para rescatarles, pero en vez de eso, ordena al portaviones que los había llevado que lance un misil nuclear sobre ellos, para ver si son capaces de sobrevivir.
Deathblow, que estaba en el portaviones, se entera, toma el control de este, y avisa a sus compañeros.
EL Team 7 une fuerzas, y consiguen levantar un campo de fuerzas que los protege de la explosión.
Tras ello, solo quedan en el ejercito Lynch y Deathblow en el calabozo por amotinarse, mientras que el resto del Team 7 deserta, al menos hasta que sepan exactamente qué ha pasado y de que son ellos ahora capaces.
Conclusiones de un lector cuarentón:
La he disfrutado.
Lógicamente no tanto como aquellas primeras veces, pues 30 años de lecturas acumuladas han dado para mucho, pero me sigue pareciendo un buen ejemplo de como dotar de trasfondo a un universo en formación, conectando a una serie de personajes que apenas conocíamos, de manera que cuando interaccionaran en el presente fuera algo coherente, y dando una explicación a los poderes de muchos de ellos.
El apartado gráfico, sí que ha sido una pequeña desilusión. Tengo grabada en la mente la portada del tercer número, a saber por qué, probablemente por la composición de los mojes coptos del fondo, y tenía el recuerdo de que tomo el cómic tenía un apartado gráfico similar. Y sin embargo, es extraño cómo un mismo autor puede cambiar tanto de trazo en apenas 4 números. Que no es malo, simplemente cambiante. Basta comparar la primera imagen que he puesto con la última.
¿Tenemos fan service?:
No.
NI remotamente.
Estamos ante una historia de tíos duros escrita por Dixon, aquí se está a lo que se está.
Galería de portadas (Porque esto merece un click y verlas en grande):
Bonus track 1 :
Seguro que no soy el único que cree reconocer a ciertos personajes de comics en los cuadros de esta viñeta.