Por mi parte he flipao con la primera temporada de Nine perfect strangers.
Son eso, nueve perfectos desconocidos personas rotas buscando un poco de paz. Por ratos graciosa, por ratos pelín lacrimógena, pero qué coño, a mí me ha funcionado muy bien.
Un viaje visceral y, literalmente, alucinógeno al alma humana por el camino que más duele. Ya aviso, y odio la frase, no es para todo el mundo. pero si te da miedo enfrentarte a tus propios abismos, siempre puedes asomarte a los suyos, que seguro no serán muy diferentes.
Puto LSD...