Espero que Dolmen pueda continuar adelante con su actividad y que estos rumores de mala salud financiera sean exagerados.
El mercado español no necesita que quiebre otra editorial, en especial una que ha sacado tantísimo material que, de otro modo, difícilmente hubiéramos visto por aquí.
Sin duda, habrá quien prefiera que Dolmen desaparezca y que Panini se haga con las licencias que ahora maneja Dolmen y nos obsequie con sus horrorosas traducciones, tal vez realizadas con softwares de dudosa procedencia, y su falta de respeto continua al lector y al medio, jaleados por auténticos hooligans acríticos que venderían a su familia y hasta órganos de su propio cuerpo por tener el sello de Panini, que rima con Mussolini, en sus libros.
No es mi caso, obviamente. Desde esta serena cuenta forera se trata con sobria equidistancia a todos los agentes del medio. Somos insobornables.
