Sin entrar a valorar lo que opinen las personas que tienen librerías, que tienen su opinión y es tan respetable como la de cualquier otra persona, no creo que el problema sea el CF en sí.
Es decir, una editorial al igual que cualquier otra empresa gana dinero vendiendo sus productos.
Hay empresas que venden directamente y otras que no pueden hacerlo y venden a través de terceros.
Las editorial son de las que pueden aplicar ambos canales. No conozco ninguna editorial (de cualquier tipo publicación) que venda únicamente en librerías. Todas, o prácticamente todas para dejar la puerta abierta a las excepciones, venden directamente o a través de su página web o a través de alguna plataforma tipo Amazon.
Además, en el caso de las editoriales de comics, también venden a los distribuidores tipo SD.
Comprendo que un dueño o trabajador de librerías de comics tuerza el morro ante un CF, pero el tema no creo que sean los CF.
Las publicaciones cada vez son más caras, igual que todo lo demás. Y las librerías cada vez tienen que tener mayor oferta de artículos además de los propios comics (libros, funkos, juegos de mesa, ...).
Es complicado gestionar un negocio. Pero también hay que tener claro que un negocio se debe ir adaptando según avanzan los tiempos.
Los videoclubs desaparecieron la mayoría y otros se adaptaron a alquilar videojuegos o a alquilar ordenadores para jugar en red.
Las tiendas de comics tendrán que irse adaptando si quieren sobrevivir. Cuando un negocio se queda quieto tiende a desaparecer porque el resto está en continuo movimiento.
Enfandarse porque una editorial saca Crowfounding es una decisión de quien decide enfandarse. Pero más allá de patalear, ¿sirve para algo?
Como bien ha dicho el compañero, las personas son libres de comprar donde quieren.
Quien quiere mucho y gasta mucho tiende a comprar donde le cuesta menos el mismo producto.
Quien decide salirse de ciertos círculos (dejar de comprar en Amazon para soportar el comercio local) también lo hace. Pero son los menos.
Patalear no sirve para nada, más que para pasar un mal rato y perder el tiempo.
En este hobby los aficionados sienten un amor especial por las librerías de comics porque son también un espacio social donde se conoce gente y se habla del hobby. Pero son negocios. Y en los negocios no hay buenos y malos, hay personas tomando decisiones para que su negocio avance y ganar más. Depende de cada uno hacer lo mismo y adaptarse. No digo que eso sea bueno, ni malo. Es el mundo empresarial y de los negocios. Y una librería de comics, aunque en su mayoría las hayan creado personas que adoran los comics, no dejan de ser negocios. No hay más.