Pasamos ahora a Iron Man comentando los Tales of Suspense 87-88 de la BM Iron Man nº 6, con el regreso del primer supervillano de la Era Marvel.
Se trata de un par de episodios donde (casi) se hace borrón y cuenta nueva: se olvidan las subtramas del grave estado de salud de Stark y la investigación de la Comisión Byrd del Congreso; Stark vuelve a tener control total sobre su empresa; continúa el triángulo amoroso Tony-Pepper-Happy (con la única diferencia de que este último conoce la identidad secreta de Iron Man)... En definitiva, una vuelta al status quo habitual de la colección cortando por las bravas todas las subtramas arrastradas desde episodios anteriores.
¡CRISIS EN EL CORAZÓN DE LA TIERRA!
- Tony Stark experimenta en su fábrica de Long Island con un taladro perforador experimental que funciona con energía atómica, una máquina que lo más lógico es que tuviera aplicaciones mineras, pero que Stan Lee desvía a la "exploración del subsuelo" (como si hubiera un mundo oculto allá abajo, la sombra de Julio Verne es muy larga en la imaginería popular). Se mencionan varias burradas científicas en esta historia, como que la máquina usa una potencia de "doce mil megatones" (una potencia destructiva que podría destruir el planeta, la bomba atómica más potente jamás probada tenía 50 megatones) o que los protagonistas descienden "al centro de la Tierra", cuando la máxima profundidad soportable por un ser vivo (debido a la presión y temperaturas descomunales) serían unos pocos cientos de metros.
- Como novedad, vemos que vecinos de Long Island se manifiestan frente a la fábrica para protestar por la peligrosidad de los experimentos de Stark (con toda la razón, diría yo). Misteriosamente, varios edificios desaparecen en el subsuelo, relativamente intactos, hasta que al final esta extraña abducción alcanza también a la fábrica de Industrias Stark. Repite aquí Stan Lee la subtrama de los Fantastic Four #1 y #31, algo que suele ser habitual en las colecciones donde no puede apoyarse en la capacidad de creación de nuevos argumentos por parte de Kirby o Ditko.
- Nueva aparición del Hombre Topo (Harvey Rupert Elder), al que habíamos visto por última vez controlado por el Dr. Muerte en el Fantastic Four Annual #3 y antes en el Avengers #17. Como es de suponer, está usando su "secuestrador de edificios" (usado dos veces anteriormente) para hacerse con la fábrica de Stark y robar el nuevo taladro perforador. Prevenido de la presencia de Iron Man, rápidamente dispara sus armas hacia el Vengador y provoca un derrumbamiento.
¡RESCATE IMPOSIBLE!
- Iron Man descubre que Pepper también está atrapada con él en el subsuelo, al haber desobedecido la orden de evacuar la fábrica mientras se probaba el taladro experimental. Se olvida totalmente la subtrama de que la guapa secretaria se siente atraída por Iron Man, y ahora vuelven a tratarse ambos con cierta frialdad. A partir de aquí casi todo el episodio consiste en Iron Man esquivando por distintas galerías subterráneas los ataques del Hombre Topo, que utiliza contra él diferentes armas, a sus seguidores Topoides, e incluso un dragón-robot.
- El Hombre Topo menciona que tiene "millones" de Topoides a sus órdenes, lo cuál quizá sea algo exagerado. Mencionar que los Topoides (y sus parientes los Tiranoides) fueron creados mediante ingeniería genética por los Desviantes como una raza esclava, con una limitada inteligencia y un instinto que les hace obedecer ciegamente las órdenes de aquél al que consideran su líder. Es de suponer que, vivendo en el subsuelo, los Topoides pueden sobrevivir sin alimentarse y con apenas muy poco oxígeno.
- Finalmente Pepper resulta capturada por los Topoides, por lo que Iron Man simula rendirse a sus enemigos e incluso anima al Hombre Topo a que use el taladro. Sin saber el villano que la máquina es experimental y muy difícil de operar (como vimos en el episodio anterior) sin que se descontrolen las enormes energías que maneja, el artefacto termina provocando un cataclismo en el reino del Hombre Topo del que los protagonistas escapan por los pelos, aunque la fábrica de Industrias Stark resulta destruida. En un extraño diálogo final, Iron Man decide auto-atribuirse las culpas de la destrucción de la fábrica por un accidente (con los miles de millones en daños que eso supone) en lugar de revelar la implicación del Hombre Topo. Posiblemente para evitar el pánico las autoridades han venido ocultando al público en general la existencia de esta grave amenaza en el subsuelo, atribuyendo a cataclismos naturales sus ataques anteriores.
Bueno, aceptable. Originalidad cero en los guiones, pero al menos el dibujo de Gene Colan es perfectamente disfrutable. Simplemente para pasar el rato.