Bueno, RONSON acabado
Un comic excepcional y una historia-recuerdo-vivencia maravillosamente plasmada
Antes de nada, creo necesario volcar un poco mi RONSON para volver al comic luego.
Fui siempre un niño de ciudad, pero al mismo tiempo era una ciudad inconclusa. Recuerdo estar siempre en la calle, mi madre me esperaba cuando subiera a por la merienda o a lo que fuese pero sin ansiedad por no haberme visto en todo el día. Al contrario. Eran tiempos de estar en la calle, con la calle que se cortaba a cien metros y mas alla era solo tierra o monte. Aun pasaron muchos años hasta que se completaron las calles y se creo un modelo de ciudad. Éramos niños de la calle, felices. Una cuchara o un palo nos valía para jugar. Ya inventaríamos lo que fuese. Tardes en el portal sentados mientras pasaba la gente o explorando las tierras mas allá de cien metros abajo
Y al mismo tiempo, como buen gallego, los fines de semana eran de ir a la aldea. Supongo que en el resto de España es lo mismo pero aqui esa es la expresión. Y eso significa ir a la casa de tus abuelos o la de tus padres heredada de la familia. Uno (Unocualquiera), como buen ourensán, seguro que me entiende perfectamente.

Yo, desgraciadamente, no tenía ni casa ni abuelos en la aldea pero para eso estaban los amigos que me llevaban a las suyas.
Y mis mejores recuerdos fueron en Celanova, un pueblo precioso de Ourense, donde me llevaba mi amigo de la niñez y donde éramos libres, monte arriba y abajo, entre cerdos, gallinas, conejos, pozos, minas de agua... Dios, era como un verano infinito. Tanto que hacer.
No reconozco muchos de los recuerdos de Ronson, son más casi de postguerra y de una España más cruel y desabrida
Pero si recuerdo lo especial de cada cosa que haciamos allí, los petardos, las chicas, las verbenas y fiestas en verano y sobre todo un sentimiento de exploración infinito. La escopeta de balines, el tirachinas, los petardos....
Y como no, los padres. Se me fueron ambos ya. Mi padre muy joven y mi madre mayor pero como dice el autor en su final, "quisiera saber mas sobre ellos, pero solo me queda lamentar no haber tenido la curiosidad y el interés de preguntarles cuando todavía estaba a tiempo" No pasa un día que no lamente no haber sido más inquisitivo con mi madre sonre tantas, tantas cosas
El comic me ha dejado un poco morriñento, que decimos por aquí. Una preciosa historia con un cierre sublime. Las dos últimas páginas te encogen el corazón.
Echo de menos un poco de cohesión entre las anécdotas pero solo puedo admirar al autor por crear algo tan tan único.
Si ignoráis los pocos defectos que tiene, os lleváis un comic que, aun no siendo participes de sus recuerdos, os dejará poso durante mucho tiempo.
Espero haber tocado la fibra a más de uno y que sienta un poco identificado y al mismo tiempo que le haga llegar a este comic tan especial