Joer, vaya si es hipnótica y flipante la secuela.
Enga, que seguro que una imprenta pequeñita podemos comprarla todos haciendo un crowdfunding. Pero ojo, yo sólo me quedaría mirando, no trabajaría.
Además, debe ser mucha responsabilidad, cualquier mínimo fallo y te cargas miles de tebeos en un pispás.