Leído el Tomo 4.Como voy tarde, tampoco me quiero extender en exceso en cuestiones que ya habéis comentado vosotros. Así que compartiré algunas impresiones a vuelapluma, espero no repetirme mucho:
- Tras los descafeinados e insulsos tomos 2 y 3, la historia para mí vuelve a levantar el vuelo. Me cansaron demasiado los dos volúmenes anteriores, en los que la narración estaba extremadamente descomprimida y básicamente todo era sobredosis de acción (persecuciones, disparos, peleas), sin que la historia avanzase de forma significativa. Este tomo 4 no supone un giro radical, pero el cambio de paradigma es tan grande (pues tras el final del tomo 3 se hace borrón y cuenta nueva) que aquí sí me parece justificado que Otomo se detenga a describir este nuevo mundo que surge de las cenizas. Es un tomo bastante contemplativo en su primera mitad (cuando vamos ubicando a los distintos personajes en sus distintas subtramas) y, aunque en la segunda mitad vuelve la acción sin cuartel (con el asedio al santuario de Miyako y la masacre de todos los fieles), también se profundiza algo más en la historia, dando algunas claves del trasfondo de la obra. No llega para mí al nivel del tomo 1 (que es insuperable, porque cuenta con el factor sorpresa, y su capacidad de impacto al plantear este universo y esta historia es mucho mayor) pero lo disfruto casi al mismo nivel.
- Me flipa muchísimo el mundo postapocalíptico en el que se desarrolla este tomo 4. Me parece un precedente de lo que hemos visto en otros cómics como
The walking dead o
Y, el último hombre: una ciudad en ruinas, donde la gente trata de sobrevivir en la miseria, con escasísimos recursos a su alcance, y donde el mayor peligro no son los monstruos / la gente con poderes sobrenaturales, sino el propio hombre ("homo homini lupus"). Aquí no puede uno fiarse de nadie, y la muerte acecha a la vuelta de cada esquina. La atmósfera que crea Otomo, reforzada por su detallado dibujo, es espectacular. Si en los tomos anteriores me gustaba mucho cómo se recreaba la ciudad de Neo-Tokio (con sus suburbios, sus cloacas, sus edificios corporativos...) ahora creo que puede lucirse mucho más (con las ruinas en las que se abre paso la vegetación, los edificios a medio derrumbar [entiendo, Querubo, que esto de que se mantengan inclinados cual Torre de Pisa es arquitectónicamente imposible, pero qué bien queda gráficamente
], el subsuelo, etc.).
Yo es que veo una viñeta como esta, con el centro comercial abandonado que sirve como escondite a Kei y los suyos, y me quedo embobado durante un buen rato:
Pero es que luego veo una viñeta tan tonta como esta, aparentemente de transición, y me parece muy reseñable que de 8 ventanas que tiene el edificio en el que se esconden los personajes, Otomo no haya dibujado ni una igual a otra. Todas se han visto afectadas en diferente grado y con distintas consecuencias, y eso para mí da un baño de verosimilitud al relato que me mete mucho mejor en la historia:
Y por poner un último ejemplo, yo veo al Coronel y a Chiyoko andando por el borde de un rascacielos en precario equilibrio, con toda la ciudad en ruinas al fondo, y es que me sobrecoge el escenario y me da hasta vértigo, de lo bien recreado que está todo y lo bien escogido que está el ángulo de la composición:
En definitiva, que estoy disfrutando como un enano del apartado gráfico de la obra.
- Hablo al menos por mí, pero esos personajes a los que hemos acusado en tomos anteriores de ser un poco capulletes, o superficiales, o no importarnos demasiado... Yo creo que se están ganando nuestro corazoncito, todos y cada uno de ellos. Empiezan a importarme sus historias, sus padecimientos, el logro de sus objetivos y, por supuesto, si viven o mueren. Una de las cosas que más me gustan de la caracterización que hace Otomo de los personajes es que ninguno es blanco o negro: todos tienen sus matices, sus bondades y defectos. Cuando empezamos a leer el tomo 1, era fácil caer en la tentación de decir que la guerrilla eran los buenos y el ejército los malos. Ahora, veo al Coronel y, pese a su carácter habitualmente huraño, me parece en el fondo un cacho de pan (solo hay que ver cómo cuida desinteresadamente a Chiyoko); veo a Ryû y, pese a ser un borracho sobón, entiendo que está desnortado desde que perdió a todos sus compañeros pero que en el fondo alberga buenas intenciones.
Hasta Tetsuo, en este tomo, empieza a perfilarse como un personaje más complejo que en los anteriores, en los que era un villano de opereta (aunque aún le queda mucho por evolucionar, o eso espero). Aquí vemos que sufrió bullying de pequeño (y que Kaneda lo protegió) y la traumática relación con sus padres. Estos detalles explican mucho sobre su actual carácter. También sabemos, por Miyako, que Tetsuo es el único cuyo poder (si deja las drogas y desarrolla por sí mismo su potencial) sería capaz de rivalizar con el de Akira, lo que apoyaría la especulación de Omni y de Querubo de que acabaremos viendo un enfrentamiento Tetsuo-Akira.
- Por cierto, no sé vosotros, pero yo he echado muchísimo de menos a Kaneda en este tomo. Su carisma, su humor refrescante, su relación con Kei. Que, a propósito, se pone sobre la mesa la posibilidad de que estuvieran enamorándose el uno del otro (aunque en un momento determinado Kei le admite a Chiyoko que albergaba sentimientos por Ryû, o eso creí entender).
- La historia va creciendo. Vemos flashbacks del pasado de Tetsuo. Conocemos a través de la señora Miyako la historia de los experimentos del Gobierno con niños: cómo los primeros fueron conejillos de indias para los números 20 en adelante, cómo la primera explosión que provocó Akira los mató a todos menos a los tres que vemos en esta historia (Masaru, Kiyoko y Takashi, a los que por primera vez vemos con su aspecto infantil), cómo Miyako fue dada por muerta y "resucitó" a los 13 años... Imagino que aún avanzaremos más en el siguiente tomo.
- El final es una ida de olla importante. Pero me gusta que Otomo sea un poco críptico, que dé juego para que cada uno interprete lo que considere oportuno. De todo lo que habéis comentado, me quedo con esto:
Yo lo interpreto como que la “explosión nuclear” que provocó Akira en el tomo 3 era una especie Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
X-Grapa, ¿tu crees que Tetsuo Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
Sí, sí. Veo claro que el catalizador ha sido Tetsuo Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
Excelente interpretación, Grapa y Querubo. Aquí todo es posible, pero desde luego lo que explicáis parece lo más plausible
Y por último...
Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
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Por cierto, Querubo, excelente comparativa entre ambas ediciones, como siempre
la manía de llamar "señora" a Chiyoko
Eso no lo entiendo, ademas se hace raro en algunas situaciones, cada vez que lo leo, mi mente lo sustituye por "señora" a ver como queda, con voz de Millán de martes y trece claro... no me encaja. Molaría saber que ocurre en la obra original.
Yo cuando eras joven, allá por 1996/98 me despertaba por las mañanas con un programa de radio de cadena100 llamado "La Jungla" , de José Antonio Abellán.
Y todas las mañanas le oía gritar desde la cama "¡Señora!, ¿qué hora es?" Y le respondía la voz enlatada del servicio telefónico de dar la hora "Son las siete horas veinticinco minutos".
Así que cada vez que sale el "Señora", en mi cabeza viene automáticamente "¿qué hora es?".
A ver, mucho choteo con lo de "Señora", pero digo yo que si en la mejor edición hasta el momento, la primera que traduce directamente del japonés, deciden que Kei la llame "Señora", será porque viene así en el original, ¿no? No creo que sea un invent del traductor. Por otra parte, yo si tuvier a semejante bestia parda a mi lado, también la llamaría con todos mis respetos