De los mejores años de la década e incluso de la historia, ahí es nada.
Mi top 10, como siempre:
1) Lawrence de Arabia (David Lean)
2) El hombre que mató a Liberty Valance (John Ford)
3) La infancia de Iván (Andrei Tarkovsky)
4) Harakiri (Masaki Kobayashi)
5) El carnaval de las almas (Herk Harvey)
6) El sabor del sake (Yasujirō Ozu)
7) Lolita (Stanley Kubrick)
8) El muelle (La Jetée) (Chris Marker)
9) Sanjuro (Akira Kurosawa)
10) Días de vino y rosas (Blake Edwards)
A destacar, por ser de un género que urge reivindicación, la extraordinaria
El carnaval de las almas, mi película de fantasmas favorita de todos los tiempos y una influencia fundamental para
La noche de los muertos vivientes de Romero (así como para otra famosísima película de fantasmas moderna, cuyo título prefiero no citar porque para cualquiera medio avispado supone directamente un spoiler de la trama). También resaltaría, en un estilo opuesto, la última película de ese poeta de lo cotidiano que fue Yasujiro Ozu.
Me dejo fuera
El proceso (Welles),
El ángel exterminador (que, aun siendo Buñuel uno de mis directores de cabecera, nunca ha sido ésta una de mis favoritas suyas),
Agente 007 contra el Dr. No (la película que dio el pistoletazo de salida y aún hoy una de las mejores de la franquicia),
¿Qué fue de Baby Jane? (Aldrich),
El cuchillo en el agua (excelente debut de Polanski),
El entierro prematuro (Corman),
El eclipse (Antonioni),
Duelo en la alta sierra (el último Peckinpah clásico, unos años antes de revolucionar el western para siempre),
Vivir su vida (el único Godard que me llegó a gustar de verdad, aunque creo que si la revisara tampoco la soportaría),
Jules y Jim (bonita película de Truffaut, aunque definitivamente la nouvelle vague no es para mí), y un sinfín de películas de terror muy llamativas (
El horrible secreto del doctor Hichcock, Arde, bruja, arde, La muchacha que sabía demasiado...).
Y venga, tengo que decirlo que si no me come por dentro: no soporto la cursilería, el maniqueísmo y los subrayados de
Matar a un ruiseñor