Una vez leí un artículo que decía que no era para nada malo la concentración de tiendas y negocios similares en un mismo sitio, porque se puede llegar a formar un cluster. Atraes a clientes potenciales a la zona por el interés de estar todo junto para poder ir de tienda en tienda, cazas clientes esporádicos, si un sitio está lleno, gotea a los otros. Fomentaba la competencia, todos se tenían que poner las pilas en atención al público, ofertas de productos, servicios o precios, surgen microespecialidades para distinguirse de la competencia, aparecen pequeños negocios muy especializados o temáticos para cubrir los nichos que los generalistas no cubren o con ofertas complementarias. Pueden surgir sinergias y colaboraciones entre negocios frente a terceros como administraciones, proveedores, etc...
Pero es cierto que algún negocio acomodado que no entre en la dinámica de competencia-colaboración lo puede pasar mal, y que la voracidad del tiburón puede intentar acabar con todos los pececillos de su entorno, para terminar dándose cuenta que ya no tiene comida alrededor.